Revista Deportes

River Plate, del infierno a la resurrección

Publicado el 19 mayo 2014 por Hugo Rep @HugoRep

El descenso de River a la B Nacional fue algo así como la caída del Imperio romano.

Lo impensado -lo antinatural- ocurrió un ya histórico 26 de junio de 2011 y, desde ese mismo día, River y sus hinchas supieron que había llegado el momento de la reconstrucción.

Las malas eran una doliente realidad para River, y no sólo en forma de canción desde las tribunas.

River campeon-2014

Crecieron el sentido de pertenencia y el amor por los colores, al punto de que River generó una suerte de revolución de norte a sur y de este a oeste del país. El regreso a la A fue sufrido, un vía crucis que debió esperar hasta el último partido de la temporada para que el equipo volviera a su lugar en el mundo.

Más que festejo, aquel 23 de junio de 2012 hubo un desahogo cargado de emoción de la gente que fue al partido ante Almirante Brown al Monumental: fue la tarde de los llantos -la descarga de tanta tristeza anterior- y de la promesa de volver a ser.

Un volver a ser que terminó de coronarse ayer, con la obtención del Torneo Final. Fue después de una campaña a la que le faltaron luces y en la que llegó a la gloria después de ganar apenas dos partidos en condición de visitante, el registro más bajo desde que en 1991 comenzaron a jugarse los torneos cortos. A falta de un nivel convincente de juego, River al menos exhibió una mejoría en su fútbol en relación con la campaña anterior, en la que finalizó en la 17ª posición. Además, hizo del Monumental una fortaleza casi inexpugnable: allí sólo perdió ante Godoy Cruz y ganó nueve de los diez partidos que jugó.

River-Cavenaghi

Salvo a Estudiantes, con el que empató en La Plata, River superó a varios de los rivales directos en la lucha por el título. Empezando por Boca, el triunfo más significativo por lo que representó haber ganado en la Bombonera después de diez años, y siguiendo por Gimnasia, Vélez y Lanús.

El recorrido tuvo un plus: el de haber ganado los tres clásicos, ante San Lorenzo, Boca y Racing, que después del triunfo en la Bombonera será el partido más recordado por aquel final cardíaco en el que Leandro Chichizola evitó el 3 a 3 en tiempo de descuento al taparle un penal a Sebastián Saja.

En la misma sintonía que ciertos sufrimientos que vivió aquel equipo que dirigió Matías Almeyda en la B Nacional, y aunque la salud coronaria de los hinchas mejoró considerablemente con el regreso a la A, este River de Ramón Díaz también la pasó mal en algún tramo del torneo. En realidad, fue al comienzo, entre la segunda y la cuarta fecha, cuando sacó apenas un punto sobre nueve al empatar ante Central y luego caer contra Godoy Cruz y Colón.

La metamorfosis que condujo del descenso a este campeonato tuvo en el medio unas elecciones, en diciembre del año pasado, en las que Rodolfo D'Onofrio se convirtió en el sucesor de Daniel Passarella. En enero llegaron apenas dos refuerzos: Fernando Cavenaghi, el capitán, y Bruno Urribarri, quien no jugó ningún partido. Así, casi con los mismos nombres que en el torneo anterior, River supo aprovechar la coyuntura de otro torneo opaco y la ausencia de algún equipo que realizara una gran campaña para quedarse con el título.

Las desventuras del pasado reciente en la B Nacional, con partidos ante rivales inéditos e impensados como Guillermo Brown de Puerto Madryn y Deportivo Merlo, le dieron lugar en apenas dos años a este presente de alegría renovada. Antes, durante y después, River siguió siendo River y hasta se reinventó a sí mismo de un modo más pasional. No volvió a la A lleno de inhibiciones: regresó dispuesto a pisar fuerte. Por eso, pasaron apenas 23 meses desde su vuelta para que su condición de más ganador del fútbol argentino recibiera un nuevo guiño.

Ramon-Diaz

Si te ha gustado el artículo inscribete al feed clicando en la imagen más abajo para tenerte siempre actualizado sobre los nuevos contenidos del blog:

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog