River combinó dos versiones diferentes de sí mismo en la victoria ante Quilmes. Tuvo un primer tiempo en el que enhebró trazos de juego de alto vuelo, dándole circulación a la pelota y movilidad para llegar al área rival. Y una segunda parte en la que fue el equipo que se ancla peligrosamente cerca de su área, apenas tiene la pelota y sufre cuando no debería. No se le escapó el encuentro porque Carrizo argumentó la convocatoria de Batista, para tapar dos cabezazos que pudieron haber sido mortales. Pero de pasar un trago amargo en la cancha de este Quilmes que parece ya condenado a regresar a la B Nacional, pasó a ser el nuevo líder del torneo, junto a Estudiantes, gracias, justamente, al triunfo de Boca sobre el Pincha.
Almeyda había contado semanas atrás que River puede llegar a ser el Barcelona de Sudamérica dentro de un tiempo. Parece una exageración, aunque el gol con el que vencieron a Quilmes si tuvo un aroma al equipo de Guardiola. Posesión de la pelota durante 1.17 minuto, prolijidad en el trato del balón, paredes, toques de primera y la participación de Acevedo, Buonanotte, Caruso, Ferrari, Almeyda, Juan Manuel Díaz y Lamela para construir el golazo. Lamela le dio su sello al gol, aunque Ferrari terminó asegurando la jugada de cabeza, con cierto riesgo, ya que estuvo al filo del offside -para algunos efectivamente era fuera de juego-.
Parecía un partido ideal para poder desplegar más juego. Pero River fue perdiendo la tenencia, desdibujándose y dejándole a Quilmes tomar algo más de protagonismo, con sus limitaciones a cuestas. El equipo de Caruso Lombardi no puede hacer mucho más que empujar la pelota para adelante y esperar mucha voluntad y entrega por parte de sus jugadores, algún detalle de Caneo o alguna corrida de Corvalán. Con esa escasez de oferta futbolística, igualmente pudo hacer que Carrizo termine siendo figura, con las tapadas a JJ Morales y Cauteruccio. River dejó crecer a un equipo demasiado limitado.
Jota Jota López aseguró que Quilmes fue quien los metió atrás en el complemento. River apenas atacó dos veces, una con Lamela, que se le terminó escapando por la línea final antes de mandar el centro de lo que hubiera sido el 2-0, y otra con Funes Mori, que en vez de acelerar o ir a fondo, se distrajo tirando una tosca bicicleta. El Cervecero hasta mereció terminó mereciendo encontrarse el empate, por lo que fue esa segunda parte en la que River casi no se movió.
Para el técnico de River, la cautela es lo primordial a reforzar. A algunos puede gustarles más y a otros, menos. Pero es el estilo que viene sacando al equipo desde el fondo de la Promoción y hasta clasificando a la Sudamericana. A esta altura del torneo pasado, el River de Cappa tenía un punto menos, estaba en Promoción y empezaba a desmoronarse, por ese empate contra Quilmes, en el Monumental, con un gol de Caneo en el final. Nunca más pudo levantarse con Cappa como entrenador, ya que ese fue su último triunfo como técnico millonario. Ahora, Jota Jota dispone de la punta, aunque la tabla está muy apretada y apenas tres puntos lo separan del noveno, Banfield.