Albert Rivera es un catalán peligroso para los intereses del Partido Popular y del Socialista, pero, sobre todo, para los independentistas más extremistas, gente pasional, capaz de asaltar las leyes y el buen sentido para alcanzar su objetivo.
Ni siquiera los hackers de Podemos y su ejército de trolls de internet actuando desde Venezuela le tienen tanto miedo y odio como sus paisanos más radicales.
Para ellos es un nuevo general Prim, un profundo catalán y español profundo, un liberal admirado en toda España y presidente del Gobierno. Alguien lo asesinó, nunca supimos quién, en 1870.
En los actos masivos de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) se ha vuelto a gritar desde los escenarios “Viva Terra Lliure”, como si se añorara a sus pistoleros. Hay vídeos que lo demuestran
Algunos espectáculos dirigidos por independentistas fanáticos y quizás violentos recomiendan prudencia: Rivera está hiriendo al independentismo, debería rodearse de guardaespaldas y usar chaleco antibalas.
Es posible que el independentismo esté cayendo en los sondeos a causa de la huida de empresas de Cataluña. Pero también al fenómeno Rivera-Ciudadanos.
Un sondeo esta semana en La Vanguardia, daba el 47,9 por ciento de rechazo a la independencia, frente al 43,7 a favor, cuando hace cinco meses era al revés.
Pero es que en otras encuestas, como la última de El Periódico barcelonés, el gobernante CiU sufría una caída espectacular, y aunque ERC subía algo, no compensaba el desastre de Artur Mas.
Entre tanto, Ciudadanos se colocaba en segunda posición; en una encuesta, con el 17,8 por ciento frente al 17,3 de ERC, y en otra de un instituto cercano a CiU aparecían mayores diferencias: 19,1 frente a 16,6.
Ciudadanos sube, sube. Consecuentemente, lo dicho: guardaespaldas, chaleco de Kevlar y el recuerdo perenne del general de Reus Juan Prim.
--------
SALAS