Revista Cocina
Empieza una serie de post dedicados a nuestro road-trip por Francia. No pretende ser una guía de viaje, porque si algo nos caracteriza a nuestra familia es dejar un punto a la improvisación y a dejar que el camino y el destino nos sorprenda. La verdad es que solemos preguntar mcuho a los lugareños y nos dejamos llevar. Así que solo puedo contarte lo que finalmente hicimos y mi opinión al respecto.
Llevábamos los alojamientos reservados desde España (yendo con las niñas no queríamos arriesgarnos a llegar a un pueblo y no tener donde dormir), pero lo cerramos todo unos días antes de empezar el viaje. Hay gente que prepara, reserva y programa sus vacaciones hasta el último detalle. Nosotros no. No creo que sea ni mejor ni peor, cada uno lo hace de acuerdo con su carácter y lo que le hace feliz, no?
El itinerario lo teníamos claro, y solo había un condicionante a la hora de establecer cuánto tiempo estábamos en cada destino, y es que en Disneyland París no queríamos estar en fin de semana (aunque hubo muchísima gente igual). Así que en función de esto y de las cosas que queríamos ver, hicimos el reparto de días en cada etapa.
¿Qué por qué hay un asterisco en la segunda etapa? Pues porque hubo que reprogramar. Nada más llegar a Urt, se nos rompió el coche. Así que nos quedamos en el País Vasco Francés más tiempo del inicialmente programado. Gracias a Dios no fue una avería grave y pudimos continuar el viaje, saltándonos ese paso y enganchando directamente con el Finisterre Francés (haciendo noche en Nantes). En próximos post, te detallaré lo que hicimos en cada etapa, pero desde luego nuestra estancia en Urt tendrá un cariño especial, porque quizá el hecho de que se rompiese el coche fue un 'regalo' del destino (si no fuese por la factura de la reparación, jajajaj). Pero eso te lo contaré otro día.
¿Por qué hacer un road-trip por Francia? Era (y es, porque nos henos quedado con ganas de más) un destino que nos apetecía mucho conocer. Por otro lado, el organizar así el viaje te permite marcar tú el ritmo del mismo. Al viajar en familia, los niños deben ser lor protagonistas del viaje, y de este modo puedes gestionar con facilidad el tiempo que estás en cada lugar que visitas, y en qué momento regresas al lugar donde vas a dormir. Ya habíamos hecho un viaje de este tipo hace dos veranos por el norte de España y nos había gustado mucho. A nosotros (padres), como a nuestras hijas. No nos parece una paliza con el coche. Ellas van cómodas. No se marean y teniendo películas que ver y comida, van muy entretenidas. Suelen dormir bastante también. A mi marido le gusta conducir (yo también conduzco, pero él ha hecho el 95% del viaje) y yo he adoptado el papel de copilota 'perfecta'.
Como te he dicho antes, te voy a ir desgranando poco a poco,los pueblos, lugares y ciudades que hemos visto, pero también te hablaré de los alojamientos que hemos tenido, de lo adictos que nos hemos hecho a las galetes o crepes bretonas, de cómo el navegador nos ha llevado por carreteras maravillosas,... Compartir el viaje contigo me va a servir para recordarlo de nuevo y prolongar, aunque solo sea mentalmente, las maravillosas vacaciones de verano de 2015.