Revista Ciencia
19 de octubre de 1899, Worcester, Massachusetts, Estados Unidos. Robert Hutchings Goddard (1882-1945) es un adolescente de 17 años que tuvo que abandonar temporalmente la escuela secundaria a causa de su salud, pero se le permitió hacer algunas tareas que no le exigían gran esfuerzo. En ese hermoso día de otoño se trepó al cerezo en el fondo de su casa, con sierra y hacha, para podar algunas de las ramas. Hacía poco tiempo había leído La guerra de los mundos de H. G. Wells (1866-1846), un hecho que mucho después pensó que, probablemente, tuvo que ver con la extraordinaria experiencia que vivió ese día trepado al cerezo. En su juventud llevaba un diario. Esto es lo que escribió sobre lo que sucedió ese día:
"Mientras miraba hacia los campos del este imaginé qué maravilloso sería poder construir algún aparato que tuviera al menos la posibilidad de ascender hasta Marte, y qué aspecto tendría en pequeña escala si fuese enviado desde la pradera que se hallaba a sus pies... Me parecía que un peso grande alrededor de un eje horizontal, moviéndose más rápidamente arriba que abajo, podía suministrar el empuje ascendente en virtud de la mayor fuerza centrífuga en el extremo superior del recorrido. Era un muchacho diferente cuando descendí del árbol; por fin mi existencia había cobrado sentido".
"I have a dream"
Durante el resto de su vida Goddard festejó el 19 de octubre como un importante aniversario. Antes de subirse al cerezo las matemáticas le desagradaban, pero dos años después de esa experiencia, cuando pudo volver a la Escuela Secundaria Sur de Worcester como estudiante del segundo año, decidió que brillaría en física y matemáticas para alcanzar su objetivo. Se dedicaría a un proyecto que, salvo escasas excepciones, era considerado irrealizable para todos los hombres de su época. En 1904 se graduó con altos honores académicos. Su discurso de graduación, que tituló "Tomar las cosas por dadas", terminaba con estas palabras: "...el sueño de ayer es la esperanza de hoy y la realidad de mañana".
Después se graduó en el Instituto Politécnico de Worcester, también con altísimas calificaciones. Finalmente se doctoró en la Universidad de Clark en 1911, en la misma ciudad. Fue mientras estudiaba en esa universidad que comenzó a desarrollar la idea de un cohete de etapas múltiples que usara hidrógeno y oxígeno como combustible para vuelos interplanetarios.
Si te interesa tener un panorama más completo sobre Goddard, el contexto de su época y sus aportes a la astronáutica, se puede leer este otro artículo que publiqué en Universo a la vista: El señor de los cohetes
Un agradecimiento y una fuente bibliográfica
Tengo que agradecer a mi padre, que un día lejano, cuando yo era adolescente, trajo a casa un librito de biografías de científicos titulado Sabios contemporáneos, de Edna Yost (1889-1971), que incluía la de Goddard, y que ha sido mi fuente bibliográfica principal para esta entrada (y la que cité de Universo a la vista). El humilde librito no es un e-book, está amarillento, las tapas rotas, pero el lomo está entero y orgulloso de conservar nítidamente el título del libro y el número 138 de la colección de divulgación científica y tecnológica a la que pertenece.