Revista Comunicación
Ningún político privatizador es tonto, solo quieren privatizar lo que para ellos es producto y mercancía y que normalmente no afecta a las clases mas favorecidas. No voy a entrar en este post en desmontar las tesis privatizadoras dado que no es difícil tecleando en Internet ver los costes de camas en unos países con sistema público y otros con sistemas privados y otros en mixtos. La falacia es brutal y el sistema publico gana por goleada.
Lo que voy a comentar es ¿Por qué a ningún político privatizador de todos los servicios le da por decir que privaticemos la policía?
Ya en 1987, la película Robocop, dirigida por Paul Verhoeven, apuntaba la idea que un estado, en este caso Michigan, al borde de la ruina, la corporación Omni ConsumerProducts firma un contrato con la ciudad para dirigir la fuerza policial. Pero a nuestros políticos no les interesa esta teoría, les interesa privatizar la sanidad, la educación, la justicia cuando conviene a los bancos mediante el arbritraje, pero no la policía.
¿Por qué no?. Sencillo, la privatización provocara entre los trabajadores descontento, bajos sueldos, empleo precario… y no me imagino un policía, con un contrato por obra y servicio, haciendo horas que no le corresponden y siendo minusmileurista jugándose la vida protegiendo al político que le ha jodido la vida.
Privatizan todo aquello que se pueden pagar las clases dominantes, pero pagamos entre todos la mejor cobertura de lo que no se puede pagar, en nuestro país, aun, no están permitidos los ejércitos privados, pero quizás si me leen, se lo pensarán.