Revista Cultura y Ocio
El 24 de Marzo de 1976 yo estaba por cumplir diez años, o sea que mi educación "formal" fué casi íntegramente en tiempos de la dictadura (terminé el secundario en 1983, con el regreso de la democracia), y también en ese marco transité la adolescencia.
Mientras el país vivía momentos confusos, y una parte de la sociedad argentina era víctima directa del terrorismo de estado mediante secuestros, torturas y muerte -o debiendo exiliarse, en el mejor de los casos- empecé a ver el mundo a través de los discos de Deep Purple, Charly García, Queen o Spinetta... Una alternativa de resistencia cultural al estricto modelo cívico y disciplinario que imponía el régimen del "proceso"...
Voy a reproducir un fragmento de la nota que el escritor y periodista Sergio Pujol hace a modo de prólogo de su fascinante libro "Rock y Dictadura", y que sintetiza perfectamente el conjunto de sensaciones -a veces contradictorias- que me produce el recuerdo de esa época tan convulsionada.
"... En el historial de nuestra música joven, el de la dictadura fue un tiempo sonoro y atrayente, con discos que aún escuchamos con interés y recitales que nunca olvidaremos. Que esos recuerdos estén adheridos a una persistente sensación de miedo y que no podamos -o tal vez no queramos- deshacernos de ese combo de buena música y feos recuerdos son sin duda cuestiones profundas, tal vez incómodas, que hacen a la memoria de una generación..."