Un grupo de actores llega a un teatro destartalado con intención de poner en marcha los últimos ensayos de una comedia musical de culto: “The Rocky Horror Show”. Aunque les sobra entusiasmo y motivación, la suerte no parece estar de su lado. Casi todo lo que puede salir mal, sale peor y, para colmo de desdichas, el actor protagonista acaba de morir en un inexplicable accidente.
A pesar de todas estas calamidades, no se dejan abatir y se ponen a ensayar, pero pronto se dan cuenta de que no podrán avanzar sin el personaje clave de la obra: el carismático Frank-N-Furter, interpretado por el desenfrenado artista asturiano Rodrigo Cuevas, convertido en “agitador folklórico” e icono del
panorama artístico nacional actual.
Este espectáculo ha sido creado por la unión de cuatro compañías asturianas (Ambigú Media Broadcast, Higiénico Papel Teatro, Saltantes Teatro y Teatro del Fin del Mundo), que han unido fuerzas para el proyecto bajo el nombre de El Jaleo Producciones Artísticas.
Con dirección y dramaturgia de Laura Iglesia, la producción de este musical no oculta su intención de homenajear a “The Rocky Horror Picture Show”, película de culto de serie B de los setenta que sigue desatando verdadera pasión en todo el mundo por su extravagancia, libertad y diversión. Guiños a la serie B, al cabaré, a la libertad de creación y a las variedades o al music hall con un resultado final “fresco, chispeante y divertido”, según la crítica.
En escena dan vida a la función el ponferradino Luis Alija, Carlos Dávila, Pedro Durán, Arantxa Fernández Ramos, Yasmín Sadeghi, Nerea Vázquez y Rodrigo Cuevas, con música en directo de Álvaro Bárcena, Wilón de Calle, Sil Fernández, Sam Rodríguez.