Cuando voy al supermercado y encuentro cosas nuevas, me gusta experimentar en mi cocina. Siempre llego a la misma conclusión, tenemos al paladar mal acostumbrado. Probar cosas nuevas es una experiencia enriquecedora, que se transforma en algo mejor cuando lo has hecho varias veces. Estamos llenos de prejuicios, casi siempre mal infundados. Nunca supe que me gustaba tanto el queso como cuando acostumbré al paladar a ingerirlo con frecuencia. No sé si me explico.
Este papel de arroz es uno de esos ingredientes que apareció por sorpresa en mi cocina y que es de lo más versátil. Es como si nos hicieran fácil la vida a la hora de dar bocados. En vez de tener que tirar de los palillos, que también se puede, se enrolla la quinoa y las verduras en estas hojas hidratadas en agua y luego se bañan en salsa de soja, otro sabor que me apasiona.
Receta muy fácil, sana y de facil digestión, ¿te atreves?
Ingredientes
- 8 hojas de papel de arroz (usa tantas hojas de papel de arroz como rollos quieras hacer)
- Agua para hidratar el papel de arroz
- 1 tacita de quinoa / 2 tazas de agua
- Media cebolla
- 1 zanahoria cortada en trocitos pequeños
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 200 g de setas shiitake (o cualquiera de tu preferencia)
Pon la quinoa en un colador grande y pásala por el chorro de agua fría. A continuación, pon la cantidad de quinoa con el doble de agua a cocer con la tapa puesta y retira del fuego cuando el agua se haya acabado y la quinoa haya crecido de tamaño. Reserva.
En un wok, saltea con un poco de aceite de oliva el pimiento, la cebolla y la zanahoria hasta que estén pochadas.
Lamina los ajos y las setas, una vez que éstas hayan sido limpiadas. Dora los ajos y a continuación añade las setas y saltéalas. Incorpora el resto de verduras y mezcla. Por último añade la quinoa e integra todos los ingredientes.
Si no quieres hacer rollos con el papel de arroz o prefieres usar tus palillos para comerlo, es hora de servirte un buen tazón y aderezarlo con salsa de soja.
Si te apetece hacer los rollos de papel de arroz. Hidrata las hojas mojándolas en agua fría hasta que empiecen a ablandarse. Pon sobre un trapo de cocina limpio.
En el centro de la hoja, pon la cantidad de quinoa suficiente para que puedas hacer un rollito cerrando los lados derecho e izquierdo para dentro y luego rodarlo sobre si mismo hasta conseguir cerrar el rollo.
A mi me gusta, una vez hechos, pasarlos por la sartén para que queden crujientes, pero si quieres puedes comerlos así directamente.
Espero que te haya gustado esta nueva propuesta. Anímate, déjame un mensaje, comparte en redes, escríbeme y cuéntame qué te gustaría ver publicado en el blog.
Estaré encantada de encontrarte en mi buzón. Gracias por tu visita.