El otro día hice una entrada con los bollos suecos de cardamomo y me dí cuenta de que no tenía en el blog los rollos de canela que tienen más que merecida su propia entrada.
Estos rollos se han extendido por toda la geografía mundial. Tienen su origen en Suecia, donde son conocidos como kanelbulle, aunque han sido copiados y tuneados hasta la saciedad. Los suecos han propuesto incluso un día, el 4 de Octubre, para constituirlo en el día del rollo de canela.
En Alemania, más concretamente en Hamburgo y sus alrededores hay una variedad de este dulce, el Franzbrötchen, y en Finlandia, se hace el Boston cake combinando muchos rollos de canela en un molde redondo.
En Estados Unidos se han convertido en un dulce cotidiano en el desayuno, en particular en algunos lugares como en New York, servidos incluso en taza. Encontrando variedades con rellenos de miel en Carolina del norte.
Como os decía, son unos bollos universales, muy extendidos, con infinidad de variantes, pero la receta que os propongo hoy es la original, la que lleva cardamomo en la masa y un relleno con canela, almendra y azúcar moreno.
Tienen una gran ventaja porque pueden congelarse, o bien justo antes de hornearlos, después de segundo levado, cuando ya están formados, o bien incluso después de hornearlos. Luego solo tendrás que sacarlos del congelador y dejarlos a temperatura ambiente hasta que estén descongelados y los puedas comer. Solo me queda una cosa por contaros de estos bollitos, ¡son adictivos!.
INGREDIENTES
(Con estas medidas salen unos 30 rollitos, ten en
cuenta que puedes hornear parte y congelar otros una vez formados e incluso una vez horneados)
Para la masa
780 g de harina
425 g de leche templada
150 g de azúcar
150 g de mantequilla derretida
25 g de levadura fresca de panadería (8 g si usas
la seca, liofilizada)
9 g de sal
2 cucharaditas de café de cardamomo molido
Para el relleno
140 g de mantequilla
140 g de azúcar moreno
80 g de harina de almendra (esto es optativo)
3 cucharadas soperas de canela
MODO DE HACER:
1. Mezclar la leche tibia con la mantequilla
derretida, añadir el azúcar y el cardamomo y disolver la levadura en este
líquido.
2. Colocar 2/3 de la harina en un bol junto y añadirle la mezcla de leche y levadura.
3. Remover hasta que todos los ingredientes estén
bien integrados y seguir removiendo durante unos minutos.
4. Añadir lo que queda de harina a la que se le ha adicionado la sal y empezar a amasar. Seguir amasando hasta que
obtengamos una masa lisa y brillante.
5. Bolear, colocar en un bol con la parte fea hacia
abajo y cubrir la masa con un poco de aceite para que no haga costra. Tapar con
un trapo (yo le pongo un gorro de ducha al bol) y dejar reposar hasta que doble
el volumen.
6. Mientras tanto se prepara el relleno, para ello
se ponen todos los ingredientes en un bol y se mezclan hasta conseguir una
pasta.
7. Cuando la masa haya doblado el volumen se saca a
la mesa, se desgasifica y se extiende con un rodillo en un rectángulo.
8. Se extiende el relleno sobre toda
la masa que se envuelve formando en un rollo.
9. Tapamos con un trapo y dejamos reposar unos 5
minutos.
10. Se cortan ruedas de un dedo o dedo y medio de ancho que se colocan sobre una bandeja
forrada con papel de horno, si se desea se le puede poner encima encima
azúcar perlado en mi caso no le he puesto y añadido un glaseado tras hornear. Dejar levar nuevamente hasta que doblen el volumen.
11. Hornear a 250ºC durante unos 6 minutos. Los
bollitos deben salir del horno blandos.
12. Pasar a una rejilla y dejar que enfríen.
13. Preparar el glaseado mientras se hornean los rollos mezclando todos los ingredientes.
14. Echar sobre los rollos mientras todavía están calientes.
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