Por Fernando de la Rosa.
Anteriormente ya he revisado algunos aprendizajes que me parecen relevantes después de una cierta experiencia como emprendedor, pero hoy me gustaría hablar de los cinco mitos dentro del mundo de las startups y de cómo la formación es clave para el futuro de la cultura emprendedora de un país.
En pleno boom del mundo emprendedor creo que deberíamos reflexionar sobre ese nuevo dorado que parece que es montar tu propia empresa y romper algunos mitos.
1. Romper la obsesión por la escalabilidad
La estadística es clara: 1 de cada 10 negocios sobrevive al tercer año de vida. Según algunos inversores, el 20% de sus inversiones se vuelven empresas rentables. El resto son pérdidas. Las consecuencias de esta estadística son que los inversores buscan proyectos que puedan x10. Esto provoca que sus inversiones se dirijan hacia proyectos de alto riesgo: pueden crecer muy rápido, tienen base tecnológica, hay algún referente internacional y que sea re-vendible.
Empresas 1: Muy escalables, Empresas 2: proyectos caídos & Empresas 3: Empresas con recorrido
Esta obsesión por la escalabilidad provoca que proyectos viables con cierta rentabilidad, y con una posibilidad de dar trabajo a muchas personas no tengan acceso a financiación. Se trata de proyectos que pueden dar un x2, x3 pero que no son atractivos para la estructura de inversores tecnológicos actuales.
Algo que aprendimos del fútbol: hay dos modelos de gestión, el que crea cantera y la desarrolla, y el que paga a estrellas mediáticas para construir un proyecto. No se trata de crear el nuevo Facebook, sino crear la estructura de empresas tecnológicas que permitan la aparición de grandes proyectos mundiales (la cantera). Por eso creo que se abrirá una alternativas de financiación a través del crowdfunding, lástima que falten muchos años para conseguirlo.
La obsesión de la escalabilidad provoca que refresquemos la cultura del pelotazo. Conozco más empresas que dicen que pueden x10, que empresas que hayan conseguido x10 en poco tiempo. Como dice un proverbio chino: “lo que empieza rápido, acaba rápido”.
2. Romper con el “se aprende de lo errores”
Estoy convencido de que necesitamos mejorar el ratio de éxito de las startups. Para ello también es importante romper el mito de que el error “mola”. A la que estás en un foro de emprendedores se habla mucho de lo bueno que es el error, de lo mucho que aprende. Parece que si no hay hundido un par de empresas no eres nadie.
Pero con este concepto nos olvidamos de un tema: El error es muy caro. Si te lo puedes evitar mejor. Los emprendedores por necesidad no se pueden permitir equivocarse. Necesitan acertar. Los errores se los permiten aquellos que tienen muchos recursos. Para acertar debes de estar formado y con máximo conocimiento.
3. Romper con el “levantar dinero”
En el mundo de empresas Internet nos encontramos con referencias constantes a rondas millonarias de financiación, a inversiones de fondos de capital riesgo, a los millones de Facebook. Estos titulares tienen un efecto llamada. Seguro que más de un emprendedor está pensando “Yo quiero montar una startup porque mola, porque tendré mucho reconocimiento social y porque hay millones de euros esperándome en la cuenta de algún inversor que no sabe qué hacer con el dinero”.
Alrededor de esto se ha creado una auténtica industria de la “aceleración”, expertos en crear presentaciones y entrenar a emprendedores para venderle su proyecto a gente con dinero, pero inexpertos en crear empresarios que sean capaces de gestionar un negocio. La verdad es que parece que muchos emprendedores crean una startup para que alguien invierta, cuando se trata de tener un negocio y para hacerlo crecer, igual conseguir una cierta inversión.
Además yo no conozco a nadie que da algo a cambio de nada. Tener inversores implica renunciar a parte del control de gestión. Si tienes el sueño de poder gestionar personalmente tu empresa, tienes que saber graduar el dinero que pides. Pide lo justo, lo que necesites. Esta gráfica me parece suficiente miente ilustrativa y me gustaría llamarle el “corredor de la ambición”.
Lo interesante en “el corredor de la ambición” reside en el hecho de que llegados a una cantidad de dinero, el ritmo al que un emprendedor pierde el control de su empresa se acelera. Por ello muchas veces es necesario graduar la velocidad a la que el emprendedor quiere hacer crecer su negocio. Otra vez: “lo que empieza rápido, acaba rápido”.
4. Romper con “si quieres puedes”
En las últimas charlas, y conferencias que oído hablar de los conocimientos necesarios para emprender parece que con trabajo duro, ser persistente, ser un líder y unas gotas de imaginación, es suficiente para emprender. Grave error. Eso no son conocimientos, son actitudes.
En este país lo asumimos que con lo de “echarle un par de huevos” todo es posible. Así nos va. Por ello creo que hay que romper el mito que poniéndole ganas puedes montar un negocio.
Para estructurar el conocimiento necesario para ser emprendedor veo necesario disponer completar dos ejes: Conocimiento de gestión de empresa / técnico y por otro lado conocimiento sectorial de la actividad donde se desarrolla el proyecto emprendedor. En función de estas variables podremos situar 4 tipos de emprendedores:
- Fool: Clásica figura del emprendedor que tiene una idea y se lanza a montar una empresa, sin tener conocimientos empresariales y del sector de actividad donde se mete.
- Jump Out: Figura del profesional que después de acumular experiencia en un sector decide que debería montárselo por su cuenta.
- Serial entrepreneur: Personaje que domina el mundo de las startup, su forma de financiarlas, forma de validar modelos de negocio y forma de demostrar la viabilidad económica. En general van pasando de proyecto en proyecto de forma constante. Buenos sólo hay muy pocos.
- Manager SXXI: Tiene la experiencia del sector y el conocimiento de la gestión ágil de una startup. El perfil indicado para cualquier empresa que quiera ser veloz en el SXXI.
Tu puedes clasificar los proyectos de startup en función del perfil de emprendedor, o la combinatoria que hay dentro del proyecto, pero una cosa me queda clara y es que para que un proyecto funcione es necesario el conocimiento sectorial y de gestión.
5. Romper con los emprendedores
Por último creo que es necesario romper de una vez con todas con la figura del emprendedor y empezar a hablar de empresarios. Si es mejor, hablar de micro-empresarios.
Necesitamos profesionales de la gestión, con un conocimiento técnico de los elementos fundamentales para gestionar los recursos limitados de una empresa. Graduadores de velocidades. Capaces de equilibrar la ambición con los recursos disponibles. No hay nada de malo en ser empresario, aunque parece que ser emprendedor mola un poco más.
Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20130915-cinco-mitos-sobre-el-emprendimiento-y-cuatro-tipos-de-emprendedores