Ron Mueck, todo un maestro de la verdadera belleza humana

Hoy os recomiendo la inquietante obra de un gran escultor contemporáneo: Ron Mueck. Su escultura no tiene nada que ver con otros escultores que os he recomendado anteriormente ya que su originalidad reside en la propia realidad.

Este escultor australiano, nacido en 1958 ha conseguido llegar hasta tal punto en su estilo y su técnica es tan precisa que plasma con total fidelidad hasta el más mínimo detalle en los rostros de sus obras que, principalmente, son personas. Como las imperfecciones del cuerpo hacen que cada ser humano sea diferente y único, Mueck se ha encargado de enfatizar este aspecto en sus obras, haciéndolas perfectas tanto en las expresiones que transmiten como en las características únicas de cada una. Además, todas estas creaciones están hechas en diferentes tamaños, por ejemplo su obra “en la cama” es de un tamaño considerable mientras que “las viejecitas” podrían llegar a los 50 cm. La primera vez que vi una exposición de este artista me llamó mucho la atención los materiales que usaba: la silicona y tinta acrílica para el color, además de cabello para simular el vello y el pelo.

Tiene un sentido antropológico, se centra en el hombre como ser que siente, experimenta y se expresa tal y como exponen la soledad del “hombre grande” o la denuncia contra la anorexia del “fantasma”. Sencillamente, Mueck es un maestro del arte y la escultura que plasma la verdadera belleza humana sin necesidad de buscar cuerpos esculturales.