Ronaldo anuncia su retirada

Se retira. Cuelga los botines y me angustia. No me importan las razones, ninguna justifica esta gran pérdida para el fútbol. Que se yo. Algunos podrán decir que “es un brasuca de mierda”, “un gordito” y tantas otros adjetivos calificativos negativos. En mi caso, me quedo con la alegría que me regaló.

Desde el humilde punto de vista de quién les escribe, hoy anunció su retiro el mejor jugador de los últimos 15 años. “El fenómeno”. A nadie le va a quedar ese apodo mejor que a él. Todos los Zapata serán “Chapa”, los Ayala, “ratones”. Pero a ningún otro Ronaldo lo podrán llamar “fenómeno”.

Presente en mi retina está aquella propaganda de Nike donde jugaba al fútbol en la playa y se guardaba la pelota en la campera: ¿quién no imitó esa pirueta? ¿Quién no corrió con la redonda y mientras la llevaba relataba que la tenía Ronaldo?

Me acuerdo, también, de sus destellos en el Barcelona. Las tristes lesiones en el Inter, el buen desempeño en Francia 98, su apogeo en el Real Madrid, donde ganó todo, de su gran Mundial 2002 y el gol record en Alemania 2006. Me puse contento cuando reapareció en Milan con la 99 en la espalda (número de crack) e hinché por Corinthians en la última Copa Libertadores simplemente porque jugaba él.

Justamente, recuerdo cuando debutó en el equipo de San Pablo. Para aquel momento, me encontraba en Brasil. Los diarios no hablaban de otra cosa: contaban los días para que “Ronnie” se sentara en el banco de suplentes por primera vez. Aquel 5 de Marzo del 2009 y con varios kilos de más, el carioca disputó los primeros 27 minutos de fútbol en la vuelta a su país natal. Los periodistas lo acosaban. La gente lo perseguía. Los medios lo aclamaban.

Hoy todos vuelven a hablar de él. No por lo que hace en la cancha, sino por irse de ellas. Yo lo lloro: si bien no se murió, me abandonó. Ya no voy a poder disfrutar viéndolo con su camiseta blanca talle XL tirando bicicletas y haciendo cosas fantásticas. Imploro que nadie rompa su record de máximo goleador en la historia de los mundiales, me alegra que lo lleve él. Pido, para el día de mañana, tener la suficiente lucidez; sentar a mis nietos y contarles que hubo un fenómeno llamado Ronaldo.

Espero que entiendan mi melancolía. Soy argentino, bien argentino. Pero también soy amante de los grandes jugadores. Gracias por todo, crack.