Caminar por la zona central de Tokio supone encontrar gente de lo mas diversa, vistiendo las ropas mas inverosímiles, no me resulto fácil conseguir imágenes que colocar por aquí, pero al menos algunas dejaré de las chicas que trabajan en los cafés de compañía(imag01), o algunas de las que pasean por sus calles (imag02). Cuando uno ve estas cosas empieza a reflexionar por los valores y la individualidad de esta sociedad, que parece casi marciana, no hay algo igual conocido para mi, y de tan perfectos se llega a perder el sentido de individuo para ser colectivo y ordenado, y eso es lo que provoca tanta soledad y desazón en los japoneses. Es por ello que llegan a extremos tan raros?? (imag03), cafeterías donde pagas una hora para cuidar gatos que alquilas, les atraen mucho las extravagancias, quizás para hacerse notar??.
Sorprende la poca interacción que se produce durante toda la visita al país, con la gente que te rodea, es cierto que son muy atentos cuando preguntas, pero ahí se acaba todo, no hay posibilidad de que alguien se salte el guion establecido como ocurre en muchos lugares y eso le resta encanto, siendo por tanto el único y gran Pero de esta sociedad, desde mi punto de vista. Quiero pensar que sólo con una inmersión total y sabiendo mucho la lengua, la percepción empezará a ser diferente, pero mientras tanto para el visitante se hace muy complicado interactuar, no así disfrutar de la tranquilidad de un merecido viaje por este país (imag04).