Autorretrato: Rosalba Carriera sosteniendo un retrato de su hermana,
pintado en 1715 (Galería Uffizi)
Nació en Venecia el año 1675. Su padre funcionario y su madre encajera tuvieron 3 hijas, Rosa Alba, Angela y Giovanna. Las 3 recibían clases de música, francés y latín. Rosalba, cuyo abuelo había sido pintor, empezó haciendo dibujos para los encajes de su madre. Luego aprendió la miniatura en marfil, aunque inventaría ella técnicas nuevas. Con Lazzari aprendió la nueva pintura al pastel. Le gustó esa técnica rápida y pintaba tan fácilmente que se hizo famosa y solicitada por sus retratos. En 1705 fue elegida para la Accademia de San Luca de Roma. Lo mismo hicieron las academias de Bolonia y Florencia y el gran duque de Toscana le pidió un autorretrato para sumarlo a su numerosa colección de autorretratos de pintoras.
Entre 1712 y de 1721 el heredero del trono de Sajonia y Polonia, futuro Augusto III, la visitó varias veces para que hiciera su retrato y comprarle más obras. Gracias a eso, en el Museo de Dresde hubo un “Gabinete de Rosalba”, que poseyó más de 160 miniaturas y pasteles. Uno de los 80 expuestos ahora en la Gemaldegalerie de Dresde es esta pequeña alegoría de África, tan simpática.
África, Rosalba Carriera, pastel en papel azul, 34x28cm, Gemäldegalerie Alte Meister, Staatliche Kunstsammlungen Dresden.
Venecia estaba en el “Grand Tour” que hacían los jóvenes aristócratas. Y una atracción de la ciudad era hacerse un retrato donde “la Rosalba” así que hizo retratos de gente importante, y más aún cuando accedió a viajar a París tras la muerte de su padre, con toda la familia, incluido el pintor Pellegrini, esposo de su hermana Angela. Durante esa época llevó un diario donde apunta lo mucho que trabajaba y los honores y visitas que recibía, y también sus días tristes pues parece que sufría de depresión. En París retrató al joven Luis XV y después a toda la corte. Su hermana Giovanna le ayudaba con los fondos. También la aceptaron en la Académie des Beaux Arts y como Pièce de reception entregó una Musa con una corona de laurel, hoy en el Louvre. Rosalba Carriera tiene también el mérito de haber introducido la técnica del pastel en Francia, que usaría luego Quentin de La Tour.
Para honrarla, en París organizaron un concierto donde ella tocaba el violín, y su hermana y otras damas cantaban. Asistió el Regente, otras dignidades y el pintor Watteau, al que ella retrató después. El camino de vuelta fue largo y pesado pero poco más tarde viajaron a Módena, en 1723, y a Viena en 1730. Cuando murió su hermana Giovanna entró en una crisis de depresión y no pudo pintar en un tiempo. Remontó enseñando a pintar a algunas alumnas para que la ayudaran. Su última obra fechada es de 1746. A los 71 años tenía cataratas y se operó pero vio muy poco tiempo y tras una segunda operación se quedó ciega hasta 1757 en que falleció. Dejó su gran fortuna y su violín a la otra hermana, Angela, ya viuda. En casi todos los museos hay alguna de sus cientos de obras de factura rápida, brillos vaporosos y formas rococó ciertamente amables y algo insípidas pero muy bien recibidas por los clientes, cuyo aspecto mejoraba.
Texto de María SigueroRahona, Directora de Editorial Bercimuel, Madrid
Más obras de Rosalba Carriera:
Autorretrato como Invierno (1731), pastel sobre papel, Gemäldegalerie, Dresden
Cardenal Melchior de Polignac (1732)pastel sobre papel, 57 x46 cm.
Gallería dell'Accademia, Venecia
Flora (1730s), pastel sobre papel, 47 x32,5 cm.
Galleria degli Uffizi, Florencia
Anciana (1740), pastel sobre papel, 50 x 40 cm. Gallerie dell'Accademia, Venecia
Retrato de un muchacho de la familia Leblond (c. 1740), 34 x 27 cm.
Galería dell'Accademia
Más información sobre Rosalba Carriera:
Rosalba Carriera, Wikipedia
Rosalba Carriera, MNWA
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