Quería darle un aire romántico al escaparate por San Valentín, pero tenía que ser algo sencillo y que no me llevara mucho tiempo, y ahí llegó la inspiración.
Se trata de un simple ramito de rosas a las que les he dado otro aire más romántico y más propio del día de hoy. A ver qué os parece...
Para empezar cogí el ramito de rosas que veis. Es importante que el "tallo" sea
de alambre y mejor que sean pequeñas, para que quede más delicado.
Después, fui cogiendo las flores una a una y estirando el "tallo" para
poder trabajar con él.
A continuación, modelé cada uno de los "tallos" formando un corazón.
Después cogí lanas de diferentes colores - en este caso blanca y rosa - y
fui forrando los corazones con ellas.
Por último, colgué cada una de las rosas-corazón de una lana del mismo
color, a diferentes alturas. ¡Y ya está!
¡Espero que os haya gustado la idea! Yo las he usado para el escaparate, pero si os gusta darle un toque romántico a vuestras casas, podéis colocarlas delante de una ventana para que se vean desde fuera, o delante de las cortinas, para disfrutarlas dentro.¡Feliz fin de semana para tod@s!
*** Este post participa en el Finde Frugal Nº 18 que organiza Marcela de Colorín Colorado *** 
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