Como cada año de mi vida, este 6 de enero tendrá sabor a Rosca de Reyes. Les cuento un secreto: no tenía ninguna gana de preparar Rosca porque, la verdad sea dicha, no estaba de humor para más celebraciones. Siento que puse mis mejores (y mayores) energías para no aguarle la fiesta a nadie durante estas Navidades y Año Nuevo, servirle de sostén a mi mamá y evitar que mi familia estuviera pendiente de mí, observando si me desmoronaba anímicamente o no... Fue duro pasar las fiestas sin mi papá. Todo mundo me ha dicho que el primer año es difícil, que durante esta época del año es cuando más se nota la ausencia de nuestros seres queridos y, aunque no soy de esconder mis sentimientos (soy llorona y me emociono con facilidad, digo lo que pienso, no me guardo las cosas que necesito quitarme de encima, abrazo y beso a quienes amo sin sonrojarme ni un poquito, y les manifiesto mi cariño cada vez que puedo...), este año - por amor y cuidado hacia mis seres queridos - escondí mucho de lo que me pasaba. Por eso, este 6 de enero no quería Rosca (bueno, a cada quien le pega por donde le parece...). Sin embargo, en mi familia el tema de la Rosca de Reyes es un ritual de madrinas: mi abuela (quien también era mi madrina de bautismo) me regalaba religiosamente Rosca de Reyes cada 6 de enero; ahora, mi mamá (madrina de mi hijo) le regala a él su Rosca cada día de Reyes, continuando con la tradición. Entonces, para seguir batallando (que sería lo que a mi papá le gustaría), me puse manos a la obra con esta idea de Rosca de Reyes diferente y exprés, ideal para preparar a último momento porque aun tibia es deliciosa (y no da mucho trabajo). Los más tradicionalistas saldrán corriendo horrorizados; los más curiosos e innovadores (por llamarlos de alguna manera) se quedarán para curiosear con qué me despacho.
¡Feliz año para todos! Les deseo mucha salud, amor, amistad, trabajo, justicia, sueños para perseguir, proyectos para realizar, buena compañía, inspiración, creatividad, compromiso y equilibrio en sus vidas.
Rosca de Reyes diferente, rellena con una pasta de frutos secos, especias, bebida espirituosa y cerezas en almíbar, decorada con hilos de chocolate y más cerezas. Sin levadura, sin leudado, exprés, apta para temerosos de la cocina (léase amasado), con una particular forma de armado y para tenerla lista en una tarde. Bueno, será que la amen o la odien de un solo vistazo...
Verán que este listado de ingredientes tiene la particularidad de no indicar cantidades. Dirán: "Ya empezamos mal el año". Sin embargo, todo tiene su explicación: la cantidad de ingredientes dependerá del tamaño de Rosca que deseen realizar. De cualquier manera, utilizaré las medidas que empleé en la preparación de mi Rosca para guiarlos con las cantidades de su Rosca (si se animan a prepararla). ¿Empezamos entonces?
Con las cantidades que les voy a indicar realicé una Rosca en molde Savarin de 30 cm. de diámetro. Ahora sí, empezamos...
Primero, realizarás el relleno. Para ello, en un bol colocá nueces molidas (en mi caso, 300 gramos), almendras molidas (misma cantidad que las nueces), ralladura de naranjas (en mi caso, 2), canela en polvo (2 cucharadas), cardamomo molido en el momento (5 semillas), azúcar (en mi caso, orgánica, 200 gramos) y cacao amargo en polvo (2 cucharadas). Mezclá bien para integrar sabores y aromas e incorporá Cognac o Brandy en cantidad necesaria hasta lograr una pasta para untar que corra con cierta ligereza. Reservá.
Respecto de la masa que utilicé para esta Rosca es masa hojaldrada para tartas (unos 2 kilos, aproximadamente). Si comprás las tradicionales tapas para preparar pascualinas/tartas (en paquetes de a 2 piezas de masa), con cuidado irás ayudándote primero con las manos para estirarla y darle formato rectangular. Luego, con un palote/rodillo podrás estirar de manera pareja y finita la masa en cuestión. También podés emplear masa hojaldrada de panadería, masa filo (con la salvedad de preparar varias capas de masa en cada pieza para que no se rompa, untándolas bien con manteca/mantequilla derretida), masa de tapas de empanada, para pastelitos o wontón/wantán. Siempre y en todos los casos, tratá de que la masa quede/sea finita y de formato rectangular o cuadrado.
Una vez que tengas la masa estirada de un tamaño parejo, irás untando la mitad con el relleno que preparaste y, por encima, distribuirás trozos de cerezas en almíbar bien escurridas (200 gramos, apartando algunas para la decoración final).
En cuestión de cantidad de relleno, te diré que actúes con generosidad, pero que no te excedas para no perderlo durante el armado y la cocción de la Rosca.
Luego, colocá otra capa de masa por encima del relleno y con las yemas de los dedos hacé presión para unir bien los bordes. Entonces, con un cuchillo bien afilado cortá cuadrados o rectángulos más o menos parejos, cuidando que no se escape el relleno (por eso, también es importante no excederse con la cantidad que coloques).
Llegó el momento de armar la Rosca. Con cuidado, pincelá con aceite de coco derretido (puede ser manteca/mantequilla, en su lugar) uno de los lados de los cuadrados/rectángulos de masa rellenos y, de a grupos, montalos unos sobre otros. Disponelos en sentido perpendicular dentro de un molde Savarin (en mi caso te recuerdo que el molde mide 30 cm. de diámetro) previamente enmantecado (o con rocío vegetal), cubriendo toda su superficie. Tendrás que ir acompañando la curvatura del molde con la masa para que no queden espacios libres.
No te preocupes por cortar las piezas de masa de la Rosca con perfección milimétrica (aunque, si eso te hace feliz, adelante) porque la idea es que se trate de una Rosca algo rústica y exprés.
Luego, la vas a espolvorear con azúcar y la llevarás a un horno moderado (190-200° C) por unos 30-35 minutos o hasta que la masa esté dorada y cocida (dependerá de cada horno, y de cada gusto).
Una vez que la desmoldes, podés cubrirla con hilos de chocolate (en mi caso, unos 80 gramos de chocolate amargo al 70% de cacao) o podés bañarla con glasé de naranja, decorándola con las cerezas en almíbar que reservaste.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Para esta receta, como ya les indiqué antes, pueden utilizar masa/tapas para pascualinas o tartas (en versión hojaldrada), masa para empanadas o para pastelitos, masa hojaldrada de panadería, masa filo o para wontón/wantán. Siempre y en todos los casos, deberán asegurarse de que sea lo suficientemente delgada como para que exista un buen balance entre masa y relleno.En lugar de nueces y almendras pueden emplear otros frutos secos de su preferencia (nueces de Macadamia, nueces Pecan, castañas de cajú/anacardos, avellanas...). De igual modo, pueden reemplazar el Cognac o Brandy por vino dulce, ron o kirsch. También pueden emplear agua potable o jugo de naranjas si no desean utilizar bebidas alcohólicas. Eso sí, en todos los casos, deben asegurarse de que tenga una consistencia untable, corrediza, más bien espesa.
El relleno puede ser reemplazado por crema pastelera (común o saborizada con chocolate) espesa para que no se pierda en el camino, o por las pastas comerciales untables que unen chocolate con frutos secos.
Pueden incorporar al relleno extracto de vainilla o esencia de almendras para aportar más perfumes y sabores, si así lo desean.
Para poder estirar la masa, dejándola del grosor deseado sin morir en el intento, recuerden que debe estar a temperatura ambiente. Así, cederá sin problemas y sin romperse.
Esta Rosca de Reyes diferente y exprés es riquísima todavía algo tibia, acompañada de su bebida favorita; por eso, mañana pienso repetir la receta. Crocante, con un relleno sabroso y perfumado, de aspecto distinto, algo rústica y exprés puede ser la oportunidad perfecta para probar algo diferente en este Día de Reyes.
Esta noche recuerden dejar sus zapatos más lindos (lustrados y prolijos), algo de agua y pastito para los camellos. No se olviden de algunas galletas para los Reyes Magos que han realizado una larga travesía para traernos sus regalos, y de las cartitas con sus pedidos. ¡Feliz Día de Reyes! Espero que sus hogares se llenen de la alegría e ilusión de los más pequeños en búsqueda de saber si los camellos comieron y bebieron, y si los reyes leyeron sus cartas, dejándoles a cambio sus pedidos hechos realidad.
Pasen una hermosa semana. Disfruten de sus seres queridos, sean felices y experimenten en la cocina. ¡Hasta la próxima!