Normalmente, cuando hago una revisión de un producto, suelo incorporarlo a una receta porque es como mejor puedo comprobar su respuesta a una elaboración.
En este caso, he recibido el producto ya preparado, así que poco más puedo hacer que comentar mi experiencia.Me propusieron probarla y acepté. ¿qué podía perder? Nada. ¿Y ganar? Mucho.
Gané confianza en los artesanos pasteleros que siguen elaborando productos como el que os voy a recomendar.
Esta “Rosca de Yema” de A Guarda, elaborada en la Confitería Rogelio está hecha con cariño y eso se nota incluso antes de levantar la tapa roja bajo la cual se esconde.
Me llegó a casa directamente desde www.nococines.es e incluso el transportista hizo una broma aludiendo al olorcillo que llegaba desde el interior del paquete.
La Rosca de Yema, es un dulce tradicional de A Guarda y que a mediados de los años 60 impulsaron desde la practica totalidad de los obradores de la zona del Baixo Miño.
Es una masa tierna rellena de una crema de yema y que además va decorada en la parte superior con unas bandas también de yema.
Me sorprendió que tres días más tarde, la rosca seguía esponjosa y fresca prácticamente como el primer día. Os sorprenderá que durase tanto, verdad? Pues es que la rosca es tamaño “rueda de carro” y en casa somos dos.
Otro punto que debo destacar, es que para mi gusto tenía el dulce exacto y el toque de anís no se hacía para nada empalagoso. Yo no soy nada larpeira, pero he desayunado todos los días un trocito de rosca y tan contenta!
Quizá en un futuro no muy lejano me decida a preparar una, no me parece complicado, pero mientras tanto, os dejo con el enlace a la página web ( www.roscadeyema.es)en la que podéis encontrar esta delicia y además ver un vídeo (http://roscadeyema.es/recetarosca)donde explican con total claridad el proceso de elaboración de la rosca de yema en el obrador de Confiteria Rogelio.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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LA COCINA DE LECHUZA