Revista Cocina
Rosemount Estate Show Reserve Traditional 2007 82% Cabernet Sauvignon; 10% Merlot; 8% Petit Verdot 14,5% Grad. Alc. Mc Laren Vale, Australia.
Sabíamos que al siguiente vino a degustar le iba a costar más de lo normal el hacer que dejemos de pensar –al menos por un tiempo- en el disfrute que el Terrunyo cabernet sauvignon chileno nos proporcionó, así que decidimos girar la tapa rosca de este Show Reserve Traditional venido desde los valles Mc Laren, allá en la enorme isla que es Australia.
Primer vino australiano que trasegamos juntos, y así como fue con el primer caldo sudafricano –el L'avenir Pinotage-, ahora nuestro primer “Aussie” es de una casa de tradición allá en su país de origen. Rosemount Estate es uno de los nombres más importantes en el mundo vitivinícola australiano, y en su haber cuenta desde la conocida –al menos por aquí- línea Rosemount Diamond, por su calidad y muy buena rpc –o “best value”, como dicen los gringos-, y más si es comprado afuera de tierras brasileñas, hasta íconos como el Rosemount Roxburgh Chardonnay, que quienes están circulando por la vinoteca lo recomiendan aunque nunca vi a nadie hacerse de una botella; también, con los precios que llegan por aquí. Pero lo bacán es escuchar los comentarios, apuntar las marcas, líneas y cosechas, y buscarlos afuera de la frontera brasileña. Este por ejemplo, afuera costó cerca de RS29 (US16) y aquí lo venden a poco más de RS110 (US60): diferencia abismal.
El vino: a la vista es de un elegante violeta oscuro con bordes violaceos; denota mediana corpulencia; forma lindas y grandes lágrimas em las paredes de la copa.
En nariz hay frutas negras, esas ciruelas grandes, también algo así como clavo de olor; el olor se va soltando com el pasar del tiempo. En boca: aquí en casa hay una crema balsámica para las ensaladas: “Fedora, Crema di Balsámico, Nera”, es la marca: no es de mi agrado, pero a C le encanta: tiene un sabor fuerte, y este vino me hace recordar esa sensación –aunque en menor medida- de ardor, al inicio algo especiado, no tan agresivo como aquella crema. Ya C no lo encuentra así, yo lo encuentro extraño, diferente. Con el tiempo esse “ardor” desaparece y esa sensación de fuerte astringencia se llega a disfrutar: además de la madera hay algo como ahumado, también tabaco. El alcohol y la acidez se tornan muy equilibrados; con comida mejora y mucho. De final largo y un retrogusto de frutas negras, ciruelas negras.
Tengo que mencionar el diseño de la botella es excelente, muy diferente a lo normal. Quizá necesitó ser decantado previamente. Experiencia diferente, agradable, más si es comprado fuera de Brasil, pero que no hace olvidar los efectos orgásmicos del Terrunyo chileno anterior.