No recuerdo cuando empecé a gatear, ni a caminar, ni la primera vez que eché a correr, solo recuerdo que Rosendo ya estaba allí…. La explicación es que mi padre era fan de “Leño”, en el coche sonaba el “Loco por incordiar”, y como “El Rosen” se quería sacar unas pelillas extra, además de cantante era mi canguro, SÍ, esto último es una coña, pero por una décima de segundo os habéis muerto de envidia.
Todavía ni me afeitaba y ya flipaba con “Apágalas”, una canción en la que destaca lo pegadizo de su estribillo, y el toque macarra que le daba “El Señor Mercado” a todas sus canciones en aquella época. Si la memoria no me engaña, este es el primer tema que me aprendí de “Leño”, ahora bien, si la memoria me engaña lo mismo fue otro, es lo que tiene la memoria, que es muy suya, y aunque no es mala gente, pues oye, tiene sus cosillas.
Poco a poco me saco un moco, lo rendondeo, uy… perdón… Poco a poco me fui aprendiendo todas las canciones de “Leño”, y “Apágalas” dejó de ser mi canción favorita, tras este suceso “Apágalas” se deprime mucho, decide volver a Arizona con su familia, y allí se queda embarazada de su primer hijo Mike a los 14, se vuelve adicta a la heroína, y muere tres años después tras confundir la botella de lejía con la del vodzka del “Lidel”, sí, la muy tonta en vez de lejía bebió vodzka del “Lidel”, y como es natural la palmó.
Finalmente “Castigo” se convirtió en mi tema favorito de los “Stronfol” (ya, ya sé que se llamaban “Leño“ y no “Stronfol”, pero era por no repetir más la palabra “Leño”, que repetir, que repetir, que repetir palabras en un mismo texto queda fatal), un temazo de unos diez minutos del mejor guitarreo del Rosendo jovenzazo.
Pero como es obvio, no solo consumía canciones de Leño, también consumía drogas, ummmm todavía recuerdo el olor a pegamento en las clases de plástica, y por supuesto cintas de Rosendo, todas grabadas, lo más cerca de una original que vi en mi infancia fue una copiada que vendían en el rastro con una fotocopia en blanco y negro como portada (¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Soy un poco viejo!!!! Estoy haciendo un puto artículo nostálgico ¿¿¿qué coños te creías que iba a ser??? Qué dura es la treintena)
No fue hasta 1997 cuando me compré mi primer CD (sin DVD, no, no existían, ni Internet en las casas, jovenzazos de mierda) se titulaba como una de las mejores canciones de ese mismo disco: “Listos para la reconversión”, también destacaba: “Un paso de más” y la injustamente olvidada: “El uno por cien”, pero lo más destacable de este muy buen disco no es que fue el primero por el que pagué, es que fue el último en el que Rosendo llevó teclados en su formación, bueno, eso y que además ese mismo día me compré el libro: “Rosendo, historia del rock urbano”, un libro en el que aunque no había dibujitos daba igual porque era de Rosendo, bueno, y porque había fotos, que son como dibujitos pero más reales…
En una noche de aquella lejana época asistí a mi primer concierto de Rosendo, “El Jefe” tocaba en Alcorcón, lo que viene a ser Mordor cuando eres un preadolescente que vive en Madrid capital, pero gracias a mis tíos mi sueño de aquella época se hizo realidad, el de ver a Rosendo en directo, no el de jugar en el Barça, aunque no teniendo por qué, en aquella el Barcelona fichó a Amunike…
El caso es que fue genial, viví mi primer conciertazo de Rosendo, el primero de muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos, aunque pocos han sido tan especiales como el del que os voy a hablar (¡¡¡Qué bien hilado, joder!!!)
Justo hoy hace dos semanas, dos semanas de uno de los mejores directos de mi vida, y lo digo yo que he visto en vivo a "Gemeliers" varias veces… Me refiero al conciertazo que dio Rosendo en Las Ventas el 27 de Septiembre de 2014.
Primero salió a actuar su hijo Rodrigo, y fue un momento que disfruté mucho, y es que mientras él cantaba en la plaza yo bebía un whisky muy rico fuera de ella, eso sí, tras acabar el peloti vi la segunda parte del concierto y estuvo muy bien, SÍ, también ponían whiskazos dentro. (Coñas alcohólicas hechas para quedar más canalla aparte… diré que fue un buen concierto y que tanto el disco como el directo de Rodrigo Mercado merecen la pena)
A eso de las 22 20 y con 17 000 personas llenando Las Ventas salió a tocar Rosendo, entre aplausos y vítores empezó con su blues macarra “A donde va el finado”, fue un arranque inesperado y valiente, porque según cuenta el de Carabanchel estaba acojonadito al empezar, y en mi opinión habría sido más sencillo comenzarlo con una canción más movidita: “La macarena” por ejemplo.
Tras calentar al público a fuego lento con el blues que compuso a petición de los usuarios de su foro, se marcó un par de (ya) clásicos “Listos para la reconversión” y “Cosita”, dos temas ideales para empezar con los botes y los coros, la gente se iba viniendo arriba como un Consejero de la Comunidad de Madrid en plena crisis del Ébola.
Después siguieron “Al lodo brillo”, “Ni fu ni fa” y “Delirio”, tres temas del nuevo disco que no cortaron el rollo, demostrando así mi teoría de que el “Vergüenza Torera” es el mejor disco de Rosendo en por lo menos quince años, bueno, en realidad puede que no lo demuestre, pero tengo razón, y si no estáis de acuerdo sois casta y punto.
“Hasta de perfil”, “Salud y buenos alimentos” y “Cada día”… la sensación de estar gozando de un concierto especial ya era irrevocable, después sonó “Cuando”, una canción del último disco que suena como si hubiera estado durante toda la vida en el repertorio de Rosendo, y tras ella la primera sorpresa: Kutxi Romero de Marea subió a cantar “Muela la muela”, la sorpresa obviamente fue que participó en una canción del último disco, y no en un clásico, aunque bueno, para mí no… es su mejor disco en por lo menos quince años… (SÍ CASTA, LO ES)
Después continuó con una canción poco habitual en sus conciertos: “De nada más”, para seguir con algo mucho menos habitual en un concierto de Rosendo: UN CUARTETO DE CUERDA, eso sí, con un montaje funcional huyendo de lo vistoso, unas sillas a un lado y ale, qué somos de Carabanchel y hay crisis, se marcaron “A remar” con Rosendo y Rodrigo, y pa casa que se les enfriaba la cena, estuvo muy bien, aunque me intriga ver como quedó en la grabación de vídeo, también me intrigan las personas que tienen solo una ceja, ¿por qué? ¿no tienen espejos? ¿les da igual ir así por la calle? ¿qué les pasa?, pero bueno, eso es otra historia…
Se apaga la luz, se pira todo el mundo, y colocan una silla en el escenario, ¿Pero esto qué es, un concierto de Raphael? ¡Pues no! Es el momento más bonito de la noche, Rosendo se sienta con una guitarra española y toca “Se acabó”, poniendo así banda sonora a las imágenes que aparecían detrás, dos recordatorios de los miembros ya fallecidos de Leño, al final en la pantalla leemos “Leño pa siempre” :_(
Con tanta emoción, a estas alturas en Las Ventas había más piel de gallina que en un Kentucky Fried Chicken, y de repente aparece Luz Casal con el pelo de azul en plan “La noche de que te hablé”, pero eso sí, con peluca de los chinos en vez de con tinte de los buenos #CarabanchelStyleAtope, y canta una de las mejores canciones en castellano (me la agarras con la mano) de la historia (en tu culo me monto)
Y ya de ahí en adelante todo clásicos cañeros, unos más recientes: “Sufrido”, “Amaina tempestad” y “Masculino singular” y otros legendarios: “Sorprendente”, “Navegando”, “Majete”, “Y dale”, “Pan de higo” y “Loco por incordiar”, salpicados con colaboraciones geniales: “El drogas” bordando “Vergüenza Torera”, Miguel Ríos chocheando un poco con “Agradecido”(desde el cariño lo digo), y el gran Fito de "Platero" tocando, cantando, y haciendo aun más especial el probablemente mejor tema compuesto por Rosendo: “Flojos de pantalón”.
Por cierto, mi teoría es que hay dos Fitos, por alguna movida rara el universo se replegó, y está el de "Los Platero" por un lado, y luego el otro que le tiene encerrado en un zulo mientras se dedica a tocar con Calamaro, y a hacer canciones ¡qué oye, bonitas son! y petarlo lo petan, pero más en los cumples de las niñas de La Moraleja y en las emisoras de radio que escucha mi tía Encarni, que en los bares de Vallecas... qué a mí no me gusta criticar, ni meterme en la vida de la gente, pero es que luego to se sabe, y la del quinto mira qué pintas lleva, oihs oihs oihs…
Y para finalizar el concierto: MANERAS DE VIVIR, aunque como la interpretaron como segundo bis la podríamos llamar: MANERAS DE BIS BIS (jijiji, soy un cachondo) La interpretaron TODOS en el escenario, y TODOS en la plaza, más de 17 000 personas coreando el mayor himno de los Leño, y al poco tiempo se pone a llover, un final de película para un concierto de película, además casi a precio de película, porque con lo caras que están las entradas de cine…
Resumiendo: una noche genial y un artista genial, bueno, dos… que además de Enrique Herrero estaba Rosendo #Yeah #AtopeConMiRollo #YeahOtraVez