Hoy estoy muy contenta, y es que a partir de hoy ya puedo ver tooooodos los programas de cocina que hay, gracias a laTV por cable. Me voy a hinchar de ver talents shows existentes, repetidos y los que tienen que venir. Además claro, de programas de cocina que nunca he podido y que ansiaba por ver. Voy a aprender un montón, y lo mejor, lo voy a compartir con todos vosotros.
Y cambiando de tema, el otro día os hablé de la revista My Lovely Food, hoy, os voy a enseñar una revista que tal vez muchos de vosotros ya la conozca, pero también creo que merece una mención. Estoy hablando de Lecturas postres.
Cada tres meses llega a mi buzón, cargada de recetas deliciosas. Recetas con chocolate, técnicas de repostería, tartas, clásicos, cupcakes, galletas, postres rápidos, etc. Además, tiene un apartado del producto de la temporada, y esta vez le ha tocado a la naranja.
En otoño comienza la cosecha de de esta fruta. Es una buena aliada de nuestra salud por su vitamina C, fibra, nos previenen de las infecciones y son diuréticas y desintoxicantes . Dan mucho juego en la cocina, tanto para platos dulces como salados, por ejemplo en las ensaladas quedan de muerte.
La revista nos deja varias recetas con este ingrediente. Yo he escogido unas rosquillas a la naranja, que son un clásico de nuestra repostería.
He hecho unos pequeños cambios en la receta, ya que no tenía anís dulce y lo he sustituido por aroma de anís.
Ingredientes:
- 500 grs de harina
- 2 huevos
- 50 grs de azúcar
- 100 ml de aceite de oliva
- 2 naranjas
- 1 cucharadita de aroma de anís (o copita de anís dulce)
- 1/2 cucharadita de canela molida
- azúcar glas
- Ralladura de una naranja
- Aceite de girasol
Primeros exprimimos las naranjas y colamos el zumo. Cascamos los huevos en un cuenco, añadimos el azúcar y los batimos con las varillas eléctricas. Agregamos el aceite de oliva, el zumo, el anís la canela y la ralladura de naranja, y mezclamos. Incorporamos 480 grs de harina, poco a poco y amasamos hasta que la masa se despegue de las manos.
Cogemos porciones de la masa y hacemos bolas de unos 50-55 grs. Para darles la forma vamos a hacer lo mismo que hice para los bagels, es decir metemos el dedo en el centro y formamos una rosca, ver aquí.
Los dejamos en una superficie enharinada. Calentamos abundante aceite de girasol en una sartén honda, sin que llegue a humear.
Freímos las rosquillas por tandas, sumergiéndolas en el aceite y dándoles la vuelta para que queden doradas por todos los lados. Las retiramos y las dejamos enfriar sobre un papel de cocina absorbente.
Servimos espolvoreadas de azúcar glas.
De momento os dejo con las rosquillas. Dentro de unos días publicaré un post muy especial para mi, ya veréis por qué.
Seguid cocinando amigos!