Revista Cocina
Cuando éramos pequeñas, mi hermana y yo ayudábamos a mi madre a hacer rosquillas. Las de mamá y las de mi hermana eran las bonitas; las que parecían churros, las había hecho yo. Usábamos una receta de mi abuela, que, seguramente en una mudanza se perdió. Mi madre ya no se acuerda de la receta, así que entre las dos hemos intentado hacer unas rosquillas decentes. Están buenas, pero no es lo mismo.
Mientras seguimos buscando, vamos a ponernos con éstas. A ver qué os parecen.
Ingredientes para unas 15 rosquillas:
2 huevos
4 cucharadas de aceite (de oliva suave o de girasol) + extra para freír
6 cucharadas de azúcar + extra para espolvorear
1 cucharada de agua
1 limón (1 cucharada de zumo + la mitad de la cáscara en una tira + la otra mitad de la cáscara rallada)
1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
300 gramos de harina
1 pizca de sal
Preparación:
1. Pon en una sartén las cuatro cucharadas de aceite y fríe la media cáscara de limón hasta que esté dorada. Desecha la piel de limón y deja enfriar el aceite.
2. En un bol, bate con una varilla los huevos junto con el azúcar, la pizca de sal, la ralladura de limón y la cucharada de agua. Cuando estén todos los ingredientes incorporados añade el aceite frito frío y, por último, el zumo de limón.
3. Añade la levadura y la harina poco a poco hasta que estén bien incorporados.
4. Cuando tengas una masa blandita, trabájala con las manos en el bol y después pásala a una superficie lisa y enharinada.
5. Forma bolas de masa del tamaño de una nuez, aplástalas un poco y haz un agujero en el medio para formar la rosquilla. Deja las rosquillas en un plato o bandeja con harina, para que no se peguen.
6. Fríe las rosquillas en abundante aceite no muy caliente hasta que estén doradas y espolvoréalas con azúcar cuando aún estén calientes.