Revista Cultura y Ocio

Rouault

Publicado el 31 enero 2011 por Eduardogavin
Rouault Ne sommes nous pas tous forçats?, 1920-29
Las casualidades me hicieron pasar por la puerta del Patio de la Infanta zaragozano, el pasado domingo. No es mucha casualidad, pues mi casa paterna está a unos metros, pero lo cierto es que no esperé encontrarlo abierto en un festivo a la una de la tarde. Eso me sorprendió. Y aúm mayor fue mi alegría cuando vi el título de la exposición principal que allí se celebra. Normalmente hay dos o tres, además de la colección numismática, no fuese si no la sala de exposiciones y actos de la Ibercaja, entidad de esas que van a desaparecer y que hacían a las finanzas españolas un poco más humanas, por benéficas. No quiero pensar lo que será sin ellas. Todo gracias a los políticos que las manejan. Pero volvamos.En la dicha sala se han expuesto siempre obras de pintores de gran prestigio: Matisse, Dufy, etc...Siguiendo la línea fauvista casi habitual, desde el día 14 de Enero y hasta el 20 de Abril, se exponen treinta y nueve obras del francés George Rouault (1871-1958), uno de los más constantes fauvistas, un hombre poco dado a estrellatos y, sobre todo, un verdadero pintor independiente. Como la pintura que encabeza este post "no somos todos esclavos". No él. Un ser al contrario de los agarrados del ofício de ahora, esclavos de galerías o galeras, pintores por encargo, gafapastas que ansían comprar un iPad en Nueva York... Como muestra de su independencia y de la devoción a la perfección de su obra, recordar que, en sus últimos años se dice que quemó trescientas de sus obras para evitar perder el tino y el buen hacer. Rouault Le Dur Metier de Vivre (El duro oficio de vivir), 1950
Un hombre de riesgo que vino de la pobreza y, a pesar de eso, pintaba solo por el gusto, la devoción, su religión y su espíritu. Y nada más que eso. Muy recomendable para los que vivís en Zaragoza o ciudades y pueblos colindantes, pues vale la pena el viaje. Además, gratis. Y el catálogo, ligero, bien impreso y con la habitual factura de los que Ibercaja hace, en un formato amable, diez euros. Cajas, qué haremos sin vosotras?

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