Revista Salud y Bienestar

RSF aborda el peso de los magnates sobre la libertad de información

Por David Ormeño @Arcanus_tco

Jack Ma (Alibaba), Jeff Bezos (Amazon) o Li Yanhong (Baidu) son algunos de los nombres que recoge el último informe de 'Reporteros Sin Fronteras'.

Recientemente, la ONG internacional Reporteros Sin Fronteras publicó un informeen el que analiza el modo en que los intereses empresariales (y, a través de ellos, los políticos) influyen sobre los medios de comunicación coartando la libertad informativa, haciendo uso de casos concretos recogidos en países como Rusia, China, Egipto, Italia o Estados Unidos. Viviendo en un mundo en el que cada vez más magnates (u 'oligarcas', usando el lenguaje del artículo de RSF) proceden del ámbito de las compañías tecnológicas, y en el que cada vez más usuarios se informan a través de canales online, las conclusiones del informe forzosamente tocan de lleno al mundo de 'lo digital'.

De China, por ejemplo, RSF destaca que la complicidad de sus magnates ha permitido al gobierno comunista "superar un reto a priori imposible: explotar las ventajas económicas de la Internet suprimiendo la libertad de expresión que ésta ofrece". Según el informe, Li Yanhong, CEO del buscador Baidu y sexta fortuna del país, "se jacta de haber dado 'una patada en el trasero a Google' para echarlo del país a petición del Partido Comunista chino". Su buscador estaría así ejerciendo "un monopolio patrocinado por el Estado", a cambio de censurar contenidos conflictivos para el régimen como la masacre de Tiananmen, la independencia de Taiwán o la figura del Dalai Lama.

Compatriota de Yanhong y, como él, destacado CEO de una compañía tecnológica, Jack Ma (Alibaba) adquirió el año pasado el South China Morning Post. Este medio es el principal periódico en inglés de Hong Kong y, dentro de los márgenes que le concede el especial estatus jurídico de ese territorio, destacaba por su capacidad de crítica a las autoridades chinas. Sin embargo, RSF señala que la suma que pagó Alibaba por este diario "se considera que es dos veces superior al valor del diario", por lo que no se comprendería si su único fin duera de tipo económico. Sí valdría ese precio "si su verdadero objetivo fuera tomar el control de los medios de comunicación locales", según Francis Lun (Geo Securities de Hong Kong).

Los reinos petrolíferos árabes nos ofrecen otro ejemplo en el que la tecnología se sitúa en el punto de encuentro entre dinero y poder. Hablamos del príncipe saudí Waleed bin Talal Al Saud, quien se convirtió en el segundo accionista de Twitterpocos meses después de anunciar que dedicaría gran parte de su fortuna a obras benéficas, y quien posee parte del grupo News Corporation y del diario libanés An-Nahar... además de una clara agenda política propia.

Muy distinto parece ser el caso de la adquisición -hace ahora 3 años- de The Washington Post por parte de Jeff Bezos (CEO de Amazon)... si bien a ojos de RSF, la actual relación entre las dos compañías de Bezos también plantea dudas relevantes. En 2013, Bezos aseveró que "los valores que animan a The Washington Post no van a cambiar. El diario seguirá comprometido a servir a sus lectores y no a los intereses privados de sus propietarios". Pero cuando en agosto de 2015 The New York Times "dedicó un largo reportaje a las condiciones de trabajo de los empleados 'de cuello blanco' de Amazon", los periodistas del Washington Post se vieron de pronto en el ojo del huracán: "¿ cómo cubrir las críticas hechas a Amazon sabiendo que el gigante de la venta en línea es la carta fuerte de su único propietario? ".


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