Rubalcaba: el rey de dialéctica

Lo dije hace tiempo y lo sigo manteniendo. Rubalcaba ha sido uno de los mejores portavoces del Grupo Socialista en el Congreso, entre otros motivos porque posee una magnífica dialéctica que ha sido odiada por muchos y admirada por otros.

Hoy lo ha vuelto a demostrar en su intervención en Sevilla en el proyecto Andalucía Sostenible, pues no sólo ha tirado unas cuantas puyas al líder del principal partido de la oposición sino que ha sido capaz de dar un poco de luz a la última iniciativa del Gobierno relativa a la ampliación de la edad de la jubilación.

Por cierto, he tenido que seguir por CNN+ puesto que en 24 Horas, cuando se disponía a hablar de ello, han preferido cortar la emisión para que Beatriz Pérez-Aranda que tiene más peligro que un mono con una pistola, nos hiciera un resúmen de lo anterior …

En realidad ha utilizado los mismos argumentos que esgrimieron primero la Ministra de Economía, Elena Salgado y posteriormente el propio Presidente del Gobierno. Pero ha sabido hacerlo en un lenguaje claro y directo.

Su argumento ha sido sencillo: el actual sistema de jubilación a los 65 años está pensado según la esperanza de vida de cuando se ideó en tanto cuanto alguien que se jubilaba a esa edad, solía vivir hasta los 70 años. Ahora, indica Alfredo Pérez Rubalcaba, alguien que se jubila a los 65 años, vive “10, 15 y hasta 20 años“.

Sin entrar en el fondo del asunto, es decir, la conveniencia de intentar establecer la subida de la edad de jubilización en dos años más, con la que tenemos encima, reflexiono en voz alta esta premisa: ¿Por qué cuesta tanto a la clase política y en especial al Gobierno, ser más claros en la exposición de sus ideas?.

Cuando expuso la medida la Ministra de Economía nos presentó una serie de argumentos demográficos y socio-económicos que creo que pocos ciudadanos entendimos. Pirámides de población, cálculos estadísticos, etc. Estos datos pueden ser más o menos fiables pero ¿Son entendibles?.

Pero es que hay más. Cuando tres días después, José Luis Rodríguez Zapatero intentó explicar esta iniciativa a sus propios compañeros de partido, en realidad lo que hizo fue pedir esfuerzos, así como una serie de circunloquios no exentos de cierta retórica y un pizca de demagogia.

Sin embargo, ha tenido que venir un Ministro del Interior, que teóricamente en nada interviene en esta medida, para explicarla de la forma más sencilla posible. Recordándonos que 1 + 1 = 2 pero que aún así, todo es matizable.

Al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se le acaba el crédito a pasos agigantados y como ya ocurrió en el pasado, se lo está poniendo al Partido Popular en bandeja, no porque éstos tenga un discurso mejor preparado o unas ideas más claras, sino simplemente porque el PSOE, una vez más, se olvida de que una gran mayoría de sus votantes son ciudadanos de a pie, sin MBA’s ni másters diversos. Gentes mileuristas que sólo quieren vivir tranquilos y que alguien les asegure que van a poder seguir haciéndolo.

En definitiva, alguien debería recordar a Rodríguez Zapatero qué significan no sólo la “S” sino también la “O” de las siglas de su partido, pues llevan tiempo sustituyéndolas por la “P” de PRISA, la “M” de MEDIAPRO y la “B” de Banca.

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