Los expertos espaciales rusos estudiarán la posibilidad de que radares estadounidenses hayan ocasionado un efecto no deliberado en la sonda interplanetaria rusa Fobos-Grunt poco después de su lanzamiento, comunicó hoy Yuri Kóptev, ex director de Roscosmos y jefe de la comisión interdepartamental encargada de investigar las causas de la fallida misión espacial a Marte. Recordó que las dos fases del lanzador Zenit-2 SB funcionaron correctamente, pero los propulsores de la sonda no se pusieron en marcha, evitando tomar su trayectoria hacia el planeta Marte en una misión interplanetaria de 34 meses.
Señala que cinco radares estadounidenses, implicados en el estudio de un asteroide, estaban activos en la zona que Fobos-Grunt sobrevolaba durante su segunda vuelta alrededor de la Tierra. Según el especialista citado, la sonda pudo entrar en la zona de cobertura ubicado en el atolón Kwajalein, en las Islas Marshall, donde se realizaba el seguimiento de un asteroide.
La franja amarilla muestra la zona de "riesgo de impacto" de la sonda Fobos-Grunt al momento de precipitarse a tierra.
“Para comprobar la hipótesis se llevará a cabo un experimento en Tierra. Equipos similares a los instalados en Fobos-Grunt serán sometidos a la emanación equivalente a la magnitud total generada por los radares estadounidenses”, dijo Kóptev, quien entiende que la interferencia, de haber ocurrido, no habría sido intencional. El vicepresidente del Gobierno ruso y ex embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, señaló: "Esta versión (de los hechos) tiene el derecho de existir. Espero que no sea el caso, pero, si lo es, es evidente que tendremos que sacar las debidas conclusiones". también reconoció hoy que la hipótesis acerca de los radares estadounidenses “tiene derecho a la existencia”. “Espero que no sea así”, dijo.
"No descartamos que la sonda haya podido estar en la zona de actividad de radar, donde una emisión de varios mega watts pudo provocar la falla electrónica que impidió la transmisión de la orden de poner en marcha los motores" de la sonda Phobos-Grunt, dijo esa fuente. Fobos-Grunt, tras despegar el pasado 9 de noviembre desde la base de Baikonur, no pudo tomar rumbo a Marte por un fallo de motores y se quedó orbitando la Tierra. Fragmentos del aparato cayeron en la noche del 15 de enero sobre la parte sur del Pacífico.
Kóptev declaró que la comisión por él presidida sigue barajando diversas hipótesis y espera confirmar alguna para el próximo viernes. “No tenemos conclusiones definitivas a día de hoy”, dijo. "Tomaré todas las medidas necesarias para que el informe de (la agencia espacial rusa) Roscosmos no quede como letra muerta", añadió el alto funcionario ruso encargado de la Defensa y el sector espacial. El dictamen de la comisión será presentado a la agencia espacial rusa Roscosmos que se encargará de publicarlo posteriormente.
Fuente: Ria Novosti
Imagen que muestra la desintegración de la sonda previo a su caida en el Pacífico.
Quantum opina:
A medida que pasen los días estaremos recibiendo noticias acerca de las causas que hicieron fracasar el costoso proyecto. El director actual de Roscosmos, Vladimir Popovkin, había dicho que la falla de la sonda pudo haber sido causada por interferencia extranjera. Sin embargo, el viceprimer ministro Dimitri Rogozin afirmó que la interferencia de radares estadounidenses era una causa posible pero aclaró que era demasiado pronto como para extraer conclusiones.
"Hay evidencias que indican que ocurren frecuentes perturbaciones en la operación de nuestras tecnologías espaciales en esa parte del trayecto de vuelo que no es visible para Roscosmos y que está más allá de su control". Rogozin también insinuó posibles causas relacionadas con la misma sonda al señalar que prácticamente todas las perturbaciones se deben a fallas en las tecnologías rusas manufacturadas hace 12 o 13 años.
Otros expertos espaciales comentaron que las denuncias sobre interferencia de radar estadounidense parecen exageradas y que sólo deberían considerarse después de investigar toda otra causa posible. La industria espacial rusa tuvo un año 2011 marcado por cinco lanzamientos fracasados, incluyendo la sonda Phobos-Grunt. Esta sonda debía marcar el retorno de Rusia a la exploración interplanetaria, abandonada en 1996 luego del fracaso de la sonda Marte96, que también cayó en el océano Pacífico.