Inicia la década con un corto de 10 minutos titulado The Naked Camera (1961), poco después se embarca en el film Eve and the Handyman (1961), está película, protagonizada por su mujer Eve Meyer (ella sola se encarga de casi todos los papeles femeninos) y Anthony-James Ryan, se estreno en mayo de ese mismo año, a pesar de ser una película bastante curiosa, llena de continuos gags absurdos y colores agresivos el film carece de ritmo y agilidad, siendo el éxito menor que el obtenido con su anterior largometraje. Después de descartar algunos proyectos rueda Erotica aka Eroticon (1961), film de secuencias (un total de seis), que narra (con voz en off) unas historias absurdas, todas ellas aderezadas con multitud de escenas de desnudos. Puede decirse que es un experimento cinematográfico algo fallido pero muy entretenido.
Meyer tiene cada vez más claro sus objetivos pero su siguiente film es un pequeño tropiezo. Wild Gals of the Naked West (1962), es una película del oeste, eso sí, bajo el prisma de Meyer, una borrachera de chistes, golpes, encontronazos y desnudos femeninos que no acaba de cuajar, haciéndose por momentos realmente pesada. Su siguiente largometraje, entre medio había rodado un corto titulado Skyscrappers and Brassieres, es Europe in the Raw (1963), seudo-documental sobre los barrios calientes de ciertas ciudades europeas, el film es una sucesión de filmaciones de actuaciones picantes con bailarinas de origen americano, comentarios con voz en off y bastante coña entre medio. Del mismo año es Heavenly Bodies, trabajo que pretendía descubrir al gran público los entresijos de la industria fotográfica sexual del momento.Los tiempos están cambiando, que diría un conocido cantante, Meyer siempre con ojo avizor se da cuenta, sus films dan un giro espectacular, el tono es más duro y salvaje, el fruto de este cambio se traduce en dos películas muy importantes en la trayectoria del director.
La primera de ellas es Lorna (1964). Rodada en blanco y negro, con un guión más denso y dramático que en obras anteriores que unido al entorno rural y solitario donde transcurre, dotan a la película del efecto de un puñetazo en pleno plexo solar. Interpretada por Lorna Maitland, un tsunami de mujer con unos pechos que amenazan con salir de la pantalla cada pocos minutos, su personaje provoca toda la acción del film, alrededor de ella la violencia explota con la contundencia de una granada, la moral es resquebrajada sin piedad (el personaje del predicador es impagable), el sexo es omnipresente y la tragedia final se masca como el mejor de los chicles, Meyer se supera y su mezcla de erotismo, sexo y violencia crea escuela, a partir de ese momento nada será lo mismo.Russ se da un respiro con Fanny Hill: Memoirs of a Woman of Pleasure (1964), para en el año 1965 volver al ataque con el largometraje Mudhoney. La película, basada en la novela Streets Paved With Gold de Raymond Friday Locke, es una vuelta de tuerca a Lorna, superándola en mala leche y contundencia el film significa para el director ir un paso más allá en el intento de plasmar en celuloide su peculiar visión del mundo real.
Nuestro amigo Meyer esta pleno éxtasis creativo, Lorna y Mudhoney suponían un paso importante en su carrera, pero el director quería ir más allá, quería que sus películas fueran más impactantes, duras y descarnadas, el recurso que utilizó para lograr su objetivo fue la violencia con el componente sexual aun más acentuado.
Con esa idea en la cabeza Russ se embarca en el rodaje de Motorpsycho (1965). Este film narra las peripecias de tres motoristas, que a ritmo de Rock & Roll, van repartiendo palizas y violando a cualquier chica que se cruce en su camino, precursora de las biker-movies (films con moteros, violencia y rock & roll en perfecta combustión), Motorpsycho se nutre de las noticias que generaban continuamente los Ángeles del Infierno en los medios de comunicación a partir del año 1965, Meyer se inspira en estos modernos vaqueros, que asolaban las carreteras americanas con sus rugientes y relucientes máquinas, para producir un film en el que la violencia aflora con naturalidad, sin tapujos, simplemente está ahí y se muestra con toda su majestuosidad. Fue una producción muy barata (más o menos sobre los 38.000 $), los ingresos generados sustanciosos y el director se lanzó de cabeza a un nuevo proyecto, un proyecto que generó la que, probablemente, sea la película más importante y emblemática de toda su carrera: Faster, Pussycat!! Kill! Kill! (1966).
Faster, Pussycat!! Kill! Kill! (1966) es un film de culto sin ninguna duda
Rodada en blanco y negro en el desierto de Mojave, la película lleva a su máxima expresión toda la parafernalia habitual de Meyer, sustituyendo los tres moteros de su anterior film por tres supermujeres embarcadas en una lucha a muerte contra la explotación masculina, el director consigue realizar un film 100% efectivo, divertido y, sobre todo, influyente, influencia detectable en muchos directores posteriores como John Waters o Quentin Tarantino entre otros. Las tres protagonistas son Rosi, interpretada por Haji, actriz que ya había destacado notablemente en Motorpsycho, Varla interpretado por una increíble Tura Satana que, vestida completamente de negro, se encarga de dar vida a una supermujer bisexual y dominante y, por último Billie, interpretada por Lori Williams que da vida a una ninfómana muy, pero que muy, caprichosa. El Film es poderoso, los diálogos brutales, el montaje es rápido y trepidante, la sucesión de escenas de acción no dan lugar a respiro alguno, la banda sonora complementa perfectamente toda la acción y por encima de todo sus tres protagonistas exudando sexualidad por todos los poros de su cuerpo (curiosamente en la película de Russ más vacía de desnudos) que logran con sus interpretaciones elevar el tono general de film. Capítulo aparte merece Tura Satana, su personaje queda grabado a fuego en nuestras retinas, muchos la consideran la supermujer Meyer por excelencia y no voy a ser yo el que los contradiga. Podéis ver el trailer en este link: Faster, Pussycat!! Kill! Kill!Russ se toma un respiro después de estos dos films tan contundentes, rueda Mondo Topless (1966), falso documental sobre las bailarinas exóticas. El material rodado no tiene desperdicio, acompañado por una excelente banda sonora de Rock & Roll instrumental, las chicas bailan y se contonean con descaro, una voz en off nos presenta a las chicas y sus características principales. Ellas también tienen su cuota de dialogo, hacen comentarios picantes y nos dan su opinión sobre el sexo, los hombres, nos desvelan sus medidas y se lo pasan la mar de bien. Para completar el metraje Russ incluye escenas directamente extraídas de Europe in the Raw (falso documental rodado en 1963). La película está rodada en brillante color que hace justicia a las bellezas que por ella van desfilando. En 1967 Russ filma dos películas Common-Law Cabin y Good Morning…And God Bye! que junto a Finders Keepers, Love Weepers! rodada en 1968, forman una peculiar trilogía que repasaremos en el próximo post.
Un saludo amigos/as de El Terror Tiene Forma.