Ruta a Proserpina

En esta ocasión nos quedamos en Mérida para hacer una ruta que teníamos pensado realizar desde hacía ya bastante tiempo. La ruta parte del Puente Romano sobre el Río Albarregas para recorrer de 19,5 kilómetros de dificultad moderada, visitando el embalse de Proserpina y volviendo de nuevo al puente. El track de la ruta está disponible en WIKILOC.
El Puente Romano sobre el Río  Albarregas fue construido en el siglo I en la prolongación de una de las vías principales de la ciudad romana, por el discurría la Calzada de la Plata y mide 150 metros de largo, formado por cuatro arcos con sillares de granito.

Desde el puente tomamos una senda que transcurre paralela al río Albarregas hasta llegar a una pasarela que lo cruza y nos lleva la explanada del recinto ferial, la cruzamos para tomar la Cañada Real Santa María de Araya, recientemente renovada, tras discurrir paralela al Río Guadiana, lo abandona camino de la Presa Romana de Proserpina, antes de llegar paramos para hacer fotografías a una colonia de cigüeñas que encontramos en el camino ya muy cerca de Proserpina.



El embalse de Proserpina recoge las aguas de los arroyos Adelfas y Las Pardillas, de origen romano la presa ha sufrido numerosas remodelaciones posteriores. Su dique tiene más de 400 metros de largo y 21 metros de profundidad.Una vez llegados a la presa dimos la vuelta completa al embalse de proserpina, donde se disfruta de diferentes vistas del embalse desde los diferentes puntos por donde transita la ruta. De nuevo en la presa se presentan dos opciones, volver por el mismo camino que hemos traído o bien, tal como hicimos en esta ocasión, optar por continuar por el paseo paralelo a la carretera que conecta el embalse con Mérida (la Avenida del Lago). Y continuar después por el paseo de la EX-209 hasta la Avenida Vía de la Plata que nos conduce de nuevo al Puente Romano sobre el Río Albarregas, con unas espectaculares vistas del Acueducto de los Milagros.


Este acueducto transportaba el agua desde el Embalse de Proserpina hasta Augusta Emerita, la obra era subterránea hasta llegar a una piscina o depósito de decantación, donde se decantaba el agua de las impurezas, desde este punto se levanta una gran arquería, para salvar el valle del Río Albarregas, formada por granito y ladrillo. Tras este punto el agua se dirigía al Castellum Aquae desde donde se distribuía a toda la ciudad.