Primera parada Logroño. No te puedes perder:
- La Calle Laurel, especialmente el Bar Cid, donde la especialidad y lo único que tienen, son los pinxos de setas a la plancha. No se que llevará su salsa secreta pero están de muerte.
- La Catedral y la Plaza del Mercado.
- El Puente de Piedra.
- La Calle San Juan, si cabe mejor que la Calle Laurel y concretamente, la Marisquería Baden, todo hecho delante tuya a la plancha. Prueba los surtidos de setas y la carrillera a la plancha. Cada bar tiene una especialidad. Busca en el plano al entrar en la calle y elige lo que más te guste.
Logroño es pequeño, todo está muy cerca a pie. Con una noche es suficiente.
Calle San Juan
Nuestro punto para movernos a los diferentes pueblos y bodegas fue Elciego, que pertenece a la provincia de Álava, pero que está muy cerca de los sitios que visitamos. La primera tarde la dedicamos a visitar las Bodegas Marqués de Riscal. Siendo sinceros, fue la que menos nos gusto, por la frialdad y poca cercanía de la visita, y lo rápido y mecánico que es todo. Ya que está siempre hasta la bandera y aprovechan hasta el último minuto, solapando una visita con otra, por lo que la cata se hace deprisa y corriendo y no se disfruta. Nosotros fuimos porque queríamos ver el Hotel diseñado por Frank Gehry y era visita casi obligada.
En Elciego no hay mucho que ver, la Iglesia de San Andrés y la Plaza Mayor. Recomendamos la Vinoteca la Ermita para picar productos de la tierra con una copa de FOS.
El viernes teníamos reservadas las visitas a la Bodega Luis Cañasy más tarde a las Bodegas Izadi ambas en Villabuena de Álava. Nos gustaron las dos mucho. En este pequeño pueblecito de 325 habitantes no podéis dejar de visitar el Hotel Viura. Si bien, no es necesario cenar en el, a nosotros nos decepecionó un poco, si que puedes entrar a echar un vistazo, tomarte un café o un vino en su vinoteca o incluso una copa antes de volver a casa.
Nuestra siguiente parada fue La Guardia, con un casco histórico y una muralla medieval, mucho ambiente, bares de pinxos y para tomar una copa. Si tuviéramos que volver a La Rioja, probablemente nos quedaríamos a dormir aquí.
Si os interesa la Semana Santa, podéis acercaros a ver las procesiones de San Vicente de la Sonsierra y los "picaos". Merece la pena el conjunto de monumentos que hay en el recinto amurallado, la iglesia de Santa María la Mayor y su retablo del siglo XV, las ruinas del castilllo de San Vicente del siglo XII y la ermita de la Vera Cruz del siglo XIII.
Está todo muy cerca, es fácil ver varios pueblos en el mismo día sin agobios, disfrutando de los paisajes, campos llenos de vides, valles, pequeñas villas medievales y calles empedradas.
El sábado, por recomendación de la señora de la casa rural en la que nos alojamos, visitamos Briones. Destacan sus casonas antiguas, sus callejuelas, la Casa encantada (no os perdáis la exposición de objetos cotidianos antiguos) y la botica del siglo XIX.
Casona más antigua de Briones
Después de que nos cayera un poco de agua en Briones, nos fuimos dirección Haro, donde visitamos las Bodegas Viña Tondonia.
Cementerio Bodegas Tondonia
No podéis dejar de visitarlas, es una de las más antiguas de la zona y os enseñarán los calados y el cementerio, con botellas de hace más de 100 años.
Para comer en Haro, os recomiendo la Zona de Herradura, en la zona de la Plaza del Ayuntamiento. Podéis comer de pinxos. No os podéis perder las patatas a la riojana y las chuletillas al sarmiento con una copa de Solar del Libano del Beethoven y los champis y las navajas del Bar Tiriquilla.
Luego tomate un café en el Bar Sol, en la Plaza del Ayuntamiento y después, un ginctonic en el bar de al lado, tienen más de 20 tipos de ginebras. Si después de todo esto no has cogido el puntillo... hazte una foto en la Plaza del Ayuntamiento con Los Borrachos.
Plaza del Ayuntamiento de Haro (Los borrachos)
Lo peor de los viajes es la vuelta, pero que bien sientan estos momentos "respiro", disfrutar y conocer un poquito más de mundo. Conclusión del viaje, seguro que repetimos!!! ;)