No es necesario desplazarse demasiados kilómetros para disfrutar de una agradable ruta en familia. El monte Pajariel está siempre presente en la ciudad, tan cerca que si se quiere, esta ruta, se puede comenzar desde la ciudad. La opción más sencilla para acercarse en coche es por el barrio de Puente Boeza tomando la primera salida a la derecha una vez cruzado el puente, con dirección al restaurante la casa del Botillo y delante del mismo dejar aparcado el coche. Otra muy fácil es dejar el coche en el barrio de la Estación y cruzar la pasarela de madera sobre el Sil que llega al mismo sitio.
El camino a Toral de Merayo no tiene pérdida, y en caso de duda en los pocos desvíos, las indicaciones del camino de Santiago de Invierno nos sirven para llegar a nuestro destino.
La ruta son tan solo 3,6 Km con un desnivel máximo de 56m. En la mayor parte del trayecto, la pendiente es muy suave, por lo que está indicada para toda la familia. El tiempo ocupado a un ritmo tranquilo de 4,5Km/h es de unos 45-48 minutos.
La ruta está muy transitada, tanto por senderistas como por ciclistas, es la única precaución que se debe de tener, la de no encontrarte con una bici a mucha velocidad. El camino es ancho y en la mayoría del recorrido dispone de suficiente visibilidad como para poder ver venir las bicicletas.
A pesar de los múltiples incendios que ha soportado nuestro pequeño pulmón verde, conserva robles y castaños, también monte bajo y por increíble que parezca, dada la cercanía de la ciudad, los árboles están plagados de líquenes, síntoma de la pureza del aire.
Nosotros terminamos la ruta en la plaza del nogaledo de Toral de Merayo con un vermouth en el bar, para después, bocadillo en ristre, apostarnos en el margen del río Oza, donde el pueblo cuenta con una pequeña zona verde y algún que otro banco a la sombra de un laurel.
La vuelta se puede hacer por el mismo camino para disfrutar del las vistas de Ponferrada y parte del Bierzo bajo.
Castillo de San Blas y fuente romana de Campo, un delicioso paseo por Ponferrada