Revista Viajes

Ruta Jardín. De Tsitsikama a Knysna. Sudáfrica (2)

Por Pilaryluis

Ruta Jardín. De Tsitsikama a Knysna. Sudáfrica (2)

Laguna de Knysna. Ruta Jardín Sudáfrica

El Parque Nacional de Tsitsikama, a pocos kilómetros de Storm River, está equipado con sencillos senderos de madera que suben y bajan por la ladera de la montaña sin perder de vista el mar. Seguimos el sendero de la Nutria hasta el puente colgante, justo donde el mar engulle y hace desaparecer el Río de las Tormentas. Cada tanto nos paramos e intentamos adivinar los movimientos de las ballenas que nadan no lejos de la playa lanzando al aire enormes surtidores de agua. Es época de cría y nos admira verlas en la línea del horizonte.

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Parque Nacional de Tsitsikama

Descendemos hasta los puentes colgantes, uno sobre el río y otro que salva los acantilados de una orilla y permite acceder por una empinada cuesta, que se pierde entre la vegetación, hasta el sendero desde el que de nuevo aparece el Océano Indico. 
Me encantó visitar este parque y me dio pena no disponer de más tiempo para imitar a los lugareños blancos que pasan el soleado domingo de invierno, plácidamente, asando salchichas en la barbacoa y bebiendo cervezas. Pero... tenemos que seguir viaje hasta Knysna donde hemos reservado una gesthouse para las dos noches próximas.

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Saltar al vacio desde el puente Bloukans.


Ruta Jardín. De Tsitsikama a Knysna. Sudáfrica (2)
A unos 40 km del Parque Nacional de Tsitsikama, en la carretera N2 se encuentra el Bloukrans Bridge Bungy,  el mayor puente del mundo utilizado para practicar “puenting”, de 216 m. Es media tarde y un grupo de “los locos” de los deportes de riesgo se tiran lanzando gritos que retumban en el cañón que forma el río. Que miedo!, se me encoge el alma con cada persona que cae al vacío y la verdad ni disfruto ni acabo de verle la gracia a este deporte.
Otros 50 km más y nos desviamos unos kilómetros de la carretera principal para visitar Plettenberg Bay, un precioso pueblo costero. Intentamos acercarnos a la playa, que desde arriba se ve impresionante, pero nos liamos por las calles y desistimos. Mira que es complicado el urbanismo sudafricano! Aparcamos en la calle principal y nos conformamos con asomarnos a los miradores a contemplar la panorámica del mar con la amplia, hermosa y desierta playa de arena blanca. Es invierno y no hay turistas.

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Originales peinados en Knysna

Estamos muy cerca de Knysna. Llegamos al atardecer, nos orientamos rápido y encontramos sin problemas la GH Azure, en lo alto de la colina con impresionante vistas a la laguna,  nos dan un enorme apartamento con una amplia terraza a un precio muy bueno (es temporada baja). Con diferencia, el mejor alojamiento del viaje.
Knysna “está construida principalmente en la costa norte de un gran estuario de aguas cálidas, conocida como la laguna de Knysna , que es alimentado por el río Knysna . El estuario se abre al océano después de pasar entre dos grandes promontorios . Estos son popularmente conocidos como " Los Jefes " , y se han convertido en infame debido a la pérdida de barcos y pescadores que pasan por sus aguas traicioneras e imprevisibles . Cerca de ellos son formaciones geológicas , conocidas localmente como "El mapa Stones. " (Datos wikipedia).

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Época de ostras en el Indico

Salimos a cenar a la zona del puerto, el único lugar en la ciudad en el que parece que hay vida nocturna. Por todas parte se anuncia el famoso “Knysna Oyster Festival” que se celebrará la próxima semana. Nos vamos a perder el festival, pero no la degustación de las ostras del Indico que según la propaganda del lugar son las más buenas del mundo.
Cenamos en el “34 South” un restaurante que recuerda un antiguo almacén de aperos de marineros y esa misma noche las incluimos en el menu. Puedo asegurar que son buenísimas y maridan a la perfección con los ricos vinos sudafricanos de variedades diferentes a las que estamos acostumbradas.
La cocina de Knysna tiene influencias malasias y por lo tanto algo picantes. Me atreví a probar el “hot” arroz con gambas, que realmente es hot y me deja insensibilizado el paladar durante unas horas.
Por la mañana nos traen un rico desayuno al apartamento y nos preparamos para salir en barco, cruzando la laguna hasta uno de los promontorios que dominan el estuario. Hemos contratado la excursión de 4 horas para visitar la Featherbed Nature Reserve, una reserva privada que facilita el traslado en barco, recorrido a pie con guía y almuerzo-buffet en su restaurante, todo por 490 ZAR por persona (35€).

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Reserva Natural de Featherbed. Knysna

Atravesamos la laguna hacia el mar, contemplando el skyline de Knysna. El promontorio forma parte de una reserva natural de titularidad privada. Llegamos en poco más de media hora y cambiamos el barco por un trenecito turístico (tractor) que nos sube a la cima.  Desde lo alto contemplamos una amplia panorámica de la laguna, el mar abierto y de las carísimas casas con espectaculares vista que hay en el promontorio de enfrente.
El descenso lo hacemos andando lentamente por el sendero que lleva hasta la playa y al buffet libre del restaurante donde tenemos reservada la comida.

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Iglesia La Trinidad en Knysna

Por la tarde vamos a ver la laguna desde la otra orilla. Cruzamos el puente de Phanthon Pass y nos acercamos al barrio de Belvedere, una zona residencial de casas con amplios jardines, todo parece muy actual incluso la  iglesia de la Sagrada Trinidad construida en  piedra en 1855 por el fundador de la aldea de Belvedere Thomas Henry Duthie abierta y conectada al sistema de alarma.

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Aves de la laguna de Knysna

Desde el pequeño puerto de Belvedere vemos el atardecer en la laguna. Mientras estamos allí vemos un cormorán herido que se arrastra por el muelle; lo cogemos con precaución y conseguimos quitarle el anzuelo que se ha clavado en un ala. No sabemos si volverá a volar pero por desgracia no podemos hacer nada más.

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