La segunda sesión de la asignatura Rutas de Patrimonio Cultural de Castilla y León, que imparto en el Campus de Segovia y que se enmarca en el Programa 2013-14 de la Universidad de la Experiencia, la he dedicado a una Ruta aún desconocida por la población castellanoleonesa: el Camino de la Lengua. Impulsado desde el año 2000 por la Fundación Camino de Lengua -iniciativa privada- en la que también participan tres gobiernos regionales -La Rioja, Castilla y León y Madrid-, tiene como objetivo decubrir al viajero y visitante “la cuna del castellano” y su evolución, a través de numerosos personajes -humanistas, literatos, poetas, santos…-, que han contribuido con sus obras a la difusión de una lengua compartida por millones de personas.
La Rioja
La Rioja da a conocer el Camino de la Lengua a través de diversos edificios arquitectónicos con un importante valor histórico-artístico ubicados en San Millán de la Cogolla: los Monasterios de Suso y Yuso. El Monasterio de Suso, se edificó para fundar una orden de monjes en torno al eremita y pastor San Milán, y en el de Suso se conservan las Glosas Emilianenses, del S. X, en las que se plasma las primeras manifestaciones de una nueva lengua hablada por el pueblo, el romance. Junto a estas glosas, anotaciones laterales que aclaraban la gramática del latín, se fechan también las Glosas Silenses, conservadas en el importante Monasterio de Silos, ya en Burgos, y que hoy también mantiene entre sus muros el Canto Gregoriano, difundido a través de algunos trabajos discográficos.
Castilla y León
En un segundo tramo, el viajero puede recorrer tres ciudades de Castilla y León donde vivieron grandes hombres dedicados a la difusión del castellano a través de textos diversos. En Valladolid es posible descubrir la Casa Museo donde vivió Cervantes y los lugares donde ambientó alguna de sus obras, además de la Casa Museo de José Zorrilla, el autor decimonónico que escribiera D. Juan Tenorio, o la Ruta “El Hereje”, una ruta teatralizada por diviersas calles, plazas, conventos y palacios que comparte título con la novela de otro vallisoletano ilustre nacido en el siglo XX, Miguel Delibes. En Salamanca, el visitante debe visitar su universidad, fundada en el siglo XV, y en la que el humanista Antonio de Nebrija redactó la 1ª Gramática Española (1492), el primer texto donde se fijaban las normas del castellano; alumno de esta misma universidad sería Fernando de Rojas, autor de uno de los principales textos en castellano del siglo XV, La Celestina; ya en el siglo XIX, y como alumno de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno -literato de la Generación del 98- fue nombrado Hijo Adpotivo de la ciudad por su contribución al castellano a través de obras como Una nueva idea de España o la conocida novela llevada al cine La Tía Tula.
Al recorrer Ávila, todo viajero del Camino de la Lengua puede conocer de primera mano la ciudad donde residieron dos poetas místicos que contribuyeron con su obra literaria a la difusión del castellano: Santa Teresa de Jesús, que hiciera célebre la frase “escribo como hablo” y San Juan de la Cruz, cuya temática primordial en su poesía fue el encuentro con Dios. Una obra escrita, titulada Rutas Literarias por Ávila y provincia, permite al viajero adentrarse en esta poesía propia del siglo XVI.
Madrid, con Alcalá de Henares
La tercera de las comunidades que ofrece al visitante encontrarse con la evolución del castellano es Madrid, y en concreto, Alcalá de Henares -Patrimonio de la Humanidad-. Resulta imprescindible recorrer distintos rincones de Alcalá de Henares, para comprender cómo contribuyó Miguel de Cervantes, nacido en esta localidad y autor de El Quijote o el Príncipe de los Ingenios (1605) -considerada la máxima obra escrita en castellano-, a la difusión de esta lengua. En Alcalá se puede visitar la Plaza de Cervantes, la Casa natal y Casa Museo de Cervantes, el Centro de Estudios Cervantinos, o el Corral de Comedias.
Para recordarnos el gran peso histórico de Cervantes en la difusión del castellano, cada 23 de abril -fecha que conmemora su fallecimiento- la Universidad de Alcalá se viste de largo para hacer entrega del Premio Miguel de Cervantes: creado en 1976, el Rey Juan Carlos preside la entrega del Premio, y los candidatos son nombrados por la Real Academia de la Lengua.