El segundo día del viaje a Gran Canaria, la ruta nos lleva del interior hacia el norte.
Comenzamos en Teror, un lugar que ha estado presente en mi vida sin conocerlo, gracias a la Virgen de Pino y al fervor de mis abuelos.
Ella es la patrona de Gran Canaria y Teror es el pueblo que acoge su hermosa Basílica -construida en el siglo XVII- así que es una parada necesaria.
El pueblo es precioso, y vale la pena pasear frente al antiguo Palacio Episcopal, la Casa Consistorial la Casa de la Huerta (en la que se encuentra la Oficina de Turismo) Todas ellas muy cerca de la Basílica, en el casco histórico.
Si eres venezolano -y sino también- te llamará la atención como a mí, que en Teror hay una plaza dedicada a la esposa de Simón Bolívar, Teresa. Pues el mundo es un pañuelo: su bisabuelo era terorense y ese es el motivo de la construcción de este homenaje.
La siguiente parada fue en Firgas, lugar en el que seguramente despejaras todas las dudas que tengas sobre las 7 islas que componen el archipiélago, gracias al Paseo de Canarias. Este es una vía peatonal que está adornada con las esculturas en relieve de cada isla.
Un poco más arriba está la Casa de la Cultura, que antiguamente fue un hotel construido en 1870 para alojar a los usuarios de los baños de Azuaje.
En Firgas, también pueden visitar la actual Iglesia de San Roque, que fue construida sobre las ruinas de una ermita que data de 1502, o la antigua Acequia Real ubicada en un lateral de la Plaza de San Roque.
Seguimos hacia el norte y a medida que nos acercamos a Arucas, será imposible no ver la Iglesia de San Juan Bautista resaltando sobre las casas blancas.
La iglesia está esculpida (Si has leído bien es-cul-pida) en piedra azul en un estilo neogótico que te recordará a la Sagrada Familia. Claro, su constructor Juan Vega i March fue discípulo de Gaudí.
Es probable que a esta altura del viaje comiences a tener hambre: aguanta campeón que te voy a llevar a almorzar a un lugar que jamás podrás olvidar: Agaete, un pueblo de casas blancas a la orilla del mar.
Y es en el puerto donde puedes elegir cualquiera de los restaurantes para sentarte a comer. Nosotros comimos el menú de ensalada mixta, pescado a la plancha con papas arrugadas; y adicionalmente pedimos Gofio escaldado. Y si tienen de postre mouse de gofio, pídanlo.
Después de comer caminamos por el Puerto de las Nieves, y de vuelta descubrimos una heladería italiana. Por supuesto, no podíamos negarnos. Yo pedí un helado de coco, que estaba divino.
Si hace sol y llevas traje de baño, puedes aprovechar tu visita en Agaete para darte un chapuzón en las charcas de La Salina. Porque no hay nada mejor en el mundo que una piscina natural.
La última parada de la ruta nos lleva montaña arriba para luego descender nuevamente a Gáldar. La verdad es que luego de tanta comida, ya el cuerpo nos pedía descanso, así que sólo recorrimos la calle comercial y paseamos frente a su Iglesia.
Pero estoy segura que este sitio debe tener un montón de sitios por descubrir y para no dejarlos con las ganas, pueden visitar la web del Ayuntamiento aquí
* Sigue la ruta por Gran Canaria con el mapa de cada día y las recomendaciones de cada pueblo, o revisa más Check-in de nuestros viajes o de las postales de viaje que le envío a mi sobrino