Sábados musicales y el aburrimiento

El aburrimiento es un sentimiento que me acompañó toda la vida. Todo y todos me aburren, en mayor o menor medida. No es un problema de atención dispersa, solo me aburro después de un determinado tiempo, no es nada personal, sólo es aburrimiento. No estoy orgulloso de ello, es bastante difícil convivir que este sentimiento, pero también puede ser un ejercicio muy creativo salir de ese rincón solitario.

Gracias al aburrimiento descubrí la pintura, la carpintería, la soldadura con estaño, el punto cruz, los rompecabezas, el yoga, la cata de vinos, Europa, los cementerios, los raros peinados nuevos y a un reducido pero intenso grupo de amantes que, por motivaciones muy diferentes a las mías, compartimos gustos y debilidades hasta la llegada este tsunami mental.

Pero en este camino descubrí algunas pocas cosas que siguen acompañándome en esta pelea, día a día y año tras año, para ganarle terreno al aburrimiento. Una de esas pequeñas cosas es la música. Disfruto tocando y escuchando, descubriendo y recordando, en soledad y acompañado.

Mi imagen mental de estos dos sentimientos es la de dos luchadores de sumo, pesados, gloriosos y eternos, que siempre van a estar ahí y que siempre tratarán de vencer el uno sobre el otro. Mi lucha es que los dos se mantengan dentro del círculo.

Ese círculo es “Sábados musicales”, al menos hoy. Un lugar donde convivan el aburrimiento y la música de una forma diferente, con matices, con ausencias o con excesos. El tema de hoy es irrelevante. De hecho, en el momento que estoy escribiendo estas líneas no tengo la más puta idea que voy a poner. Esta ignorancia me la da el aburrimiento y el descubrir el nuevo vídeo de Arctic Monkeys “One For The Road”, también.

Después de todo, quizás no sea tan malo. Por un aburrido fin de semana. Salud!

ElUrko