“Viaje a través del salvaje oeste (de Inglaterra) con los hermanos Jonathan y Matt Troy, en un disco que retrata los momentos que nos hacen crecer, y los que nos hacen envejecer. Inspirada en los exuberantes y ricos sonidos cinematográficos de Richard Hawley, Lambchop y Camera Obscura, gran parte de la nostalgia melancólica del álbum se debe a la pérdida de los padres de los autores, y la posterior revisitación de los lugares secretos de su infancia, en torno al bosque de Dean (…) Las canciones del álbum son un conjunto de historias que abarcan los últimos cien años, alcanzando a temas tales como el pasado náutico de Bristol, las desapariciones de niños, la obsesión adolescente por los jugadores de tenis, y antiguas historias mineras del bosque de Dean: una embriagadora mezcla de mitos, leyendas locales y recuerdos borrosos de lugares, tiempos y eventos“.
El párrafo anterior corresponde a la nota que acompaña la publicación de “Our Years In The Wilderness“, el disco que han publicado The Hi-Life Companion en junio de este año a través de la discográfica No Pudding Annie: prácticamente autoproducido, si consideramos que el sello con base en Bristol está precisamente co-dirigido por Jonathan. El caso es que, por esta vez, la nota de prensa no exagera: The Hi-Life Companion debutó como colectivo (así se definen ellos) en 2008, y no fue hasta la publicación de su álbum “Say Yes” (2010) en el sello peruano Plastilina Records, que sus temas alcanzaron una mayor proyección. Pero lo de de este último álbum es un decidido paso adelante: la luz de estas canciones se filtra a través de un frondoso bosque de exquisitos arreglos e historias del pasado, del mismo modo en que lo hace en la portada del álbum. Las palabras del propio Jonathan son bastante elocuentes al respecto:
“Crecí fascinado por los misterios ocultos del bosque y la zona de Wye Valley. Quería escribir algo situado geográficamente en la zona que conocí de niño y adolescente, algo que capturara a la vez esa sensación de miedo que uno siente ante lo desconocido, y la excitación juvenil de estar cruzando fronteras, ampliando los horizontes, adentrándote en la espesura más allá del jardín “.
Así pues, nos aguardan delicadeza y misterio como los que se intuyen al principio de “Brockweir House“, la primera de las 11 pistas. Los arreglos anticipan tanto dudas como placeres, pero de algún modo es como si las primeras se despejaran súbitamente en la siguiente “Meet Me At The Pier“, la primera gran cumbre del disco. Lo sucedido en el arranque es, en realidad, una constante a todo lo largo del álbum, con piezas que tan pronto miran a la tradición (“The Hole In The Fence“) o se entregan a la ensoñación nostálgica (“These Last Remaining Days“, la cristalina “Old Bristol Road“), como muestran una arrolladora confianza (la pista titular, “Raise an Army“, o “Dark Heart“). Quizá en algún momento sí que se echa en falta un estribillo memorable, sobre todo en el tramo central del disco, pero el balance no puede ser tildado sino de positivo, y desde luego queda claro que el nivel compositivo e interpretativo de la pareja de hermanos (la mayoría de los muchos instrumentos que suenan en el álbum fueron tocados por Jon y Matt, con la ayuda puntual de colaboradores para los coros o los arreglos de cuerdas o metales) está muy por encima de lo que es habitual.
Vamos a terminar con lo que creo que es lo mejor del álbum: parece lo más lógico que nos refiramos a un hit tan evidente como “Sabatini“, con sus alegres trompetas y el ímpetu del mejor twee-pop de inspiración sesentera, pero he de reconocer que mi corazón se ha resistido, y mucho, a no dedicar la entrada a “I Served On Ships“. En cualquiera de los dos casos, y pese a las diferencias estilísticas entre ambos temas (el segundo es un melancólico corte capaz de arrancar suspiros) la filiación con los escoceses Belle & Sebastian es más que evidente: un motivo, no menor, para darle al disco las escuchas que se merece.
Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2014, Belle & Sebastian, No Pudding Annie, Our Years In The Wilderness, Pop, The Hi-Life CompanionEnlace permanenteDeja un comentario