La electricidad del sol… suena intrigante, ¿no? En el artículo de hoy veremos más de cerca cómo funciona la energía fotovoltaica y qué camino tienen que tomar los rayos del sol para que podamos usar energía limpia en nuestros hogares.
Qué es la energía fotovoltaica
La fotovoltaica es el proceso de generación de electricidad a partir de la radiación solar libre. Actualmente, el desarrollo de la energía fotovoltaica es muy dinámico: el sol es la tercera fuente de energía renovable más grande del mundo. La energía solar puede utilizarse para alimentar pequeños dispositivos portátiles como calculadoras o relojes, lámparas, semáforos y parquímetros, así como para calentar habitaciones y agua en edificios residenciales. Cada uno de nosotros también puede beneficiarse de una fuente natural de energía para alimentar nuestros electrodomésticos para hacer frente a la creciente degradación del medio ambiente y el precio cada vez mayor de la electricidad. Hoy en día muchas empresas y tiendas como batna24.com ofrecen paneles fotovoltaicos para que los puedan aprovechar cada vez más personas que quieran disminuir sus cuentas.
Cómo la energía solar se convierte a la electricidad
Obtener la electricidad del sol es un proceso que tiene lugar en etapas. ¿Cómo funciona la energía fotovoltaica? El elemento básico de la instalación son las células fotovoltaicas, que se combinan en módulos fotovoltaicos para generar más energía. En las células tiene lugar el fenómeno fotovoltaico, que convierte la energía del sol en corriente continua. Las células son sistemas hechos de material semiconductor que conducen una carga eléctrica como resultado de factores externos como la temperatura o la radiación solar. El semiconductor más utilizado en la producción de células es el silicio. Un grupo de módulos que alimenta a un inversor forma un panel fotovoltaico, mientras que el elemento que permite montar los paneles en el suelo o en un edificio es una estructura de soporte. Ella es responsable de garantizar simultáneamente la estabilidad de todo el sistema.
Cómo llega la electricidad del sol a nuestros enchufes
La corriente creada en los módulos se transfiere a un inversor, cuya tarea es convertirla en corriente alterna con parámetros coherentes con los de nuestros enchufes domésticos. Además, el inversor controla el funcionamiento de nuestra microcentral eléctrica. Esto significa que ajusta constantemente los parámetros de la corriente generada a los parámetros de la red doméstica, y también se apaga cuando se detecta cualquier fallo. También monitoriza todos los parámetros que nos pueden ser útiles para analizar el funcionamiento de la energía fotovoltaica.
De qué están hechas las células fotovoltaicas
Como ya hemos escrito antes, las células fotovoltaicas están hechas de material semiconductor, en la mayoría de los casos de silicio, que cuando se energiza pasa de ser un aislante (un material que no conduce la electricidad) a ser un conductor.
Según el grado de orden de la estructura cristalina del silicio distinguimos tres variedades:
● silicio monocristalino;
● silicio policristalino;
● silicio amorfo.
Debido a su alta eficiencia, las células monocristalinas y policristalinas pueden utilizarse con éxito en instalaciones construidas en los tejados de las casas o en los jardines. Sin embargo, recordemos que las células monocristalinas son mucho más difíciles, y por lo tanto también más caras, de producir que las células construidas con policristalino. Es por eso que estos últimos se utilizan más a menudo en nuestras instalaciones fotovoltaicas domésticas.
Este post es autoría de Ecocosas puedes ver la entrada original en ¿Sabes cómo funciona un sistema fotovoltaico?