En líneas generales podemos afirmar que el envejecimiento externo se caracteriza por una menor capacidad de regeneración de los tejidos. Así, por ejemplo, a medida que cumplimos años nuestra capacidad para curar una herida se ralentiza. A esto hay que añadirle factores ambientales como el sol, el viento, el frío o la contaminación, que aceleran el envejecimiento.
Normalmente los signos del envejecimiento cutáneo son los siguientes:
Arrugas y líneas de expresión: Además del efecto directo de los factores externos sobre nuestra piel, la gesticulación es fundamental en la aparición de las arrugas, por eso éstas son más notorias alrededor de la boca y los ojos, que son las partes de nuestro rostro con las que más transmitimos nuestras emociones.
Fragilidad: Con los años la piel se afina y se vuelve más frágil. La renovación celular se dificulta y se pierde la elasticidad y firmeza del cutis en particular y la piel, en general.
Manchas faciales: el sol acumulado en la piel durante toda nuestra vida aparece en forma de manchas oscuras. Además, el tiempo trae consigo la disminución de la producción de melanina (pigmento natural de la piel), que se distribuye de forma desigual.
Pérdida de luminosidad: en las mujeres, sobre todo, tras la menopausia, disminuye la actividad hormonal, por lo que la piel experimenta una falta de luminosidad y un cambio en su textura.
Sequedad y tirantez: la piel se va deshidratando y se vuelve seca y áspera. El motivo es que los poros van perdiendo su capacidad para generar sebo, una sustancia oleosa que protege la piel de la evaporación del agua.
La medicina estética y la cosmética intenta, a través de sus tratamientos, frenar el proceso del envejecimiento cutáneo, prolongando la “juventud” de la belleza.
La acción del bótox consigue una relajación temporal de los músculos faciales con lo que se controla la arruga dinámica, el pliegue que se ocasiona con la gesticulación. Por su parte los rellenos de Ácido Hialurónico eliminan la arruga estática, es decir, aquella que aparece cuando el rostro está relajado.
Aunque estos tratamientos se pueden aplicar de manera separada, si se utilizan combinados, sus resultados positivos se multiplican, ya que el efecto del relleno es más duradero al estar el músculo relajado. Con la aplicación de bótox, los músculos no se contraen y la piel permanece lisa y tersa, previniendo las arrugas de expresión y evitando su aparición en el tiempo.