Revista Comunicación

¿Sabes para quién escribes?

Publicado el 02 febrero 2015 por Lorena White @lorenagwhite

Una de las primeras cosas que una empresa define cuando quiere ponerse en marcha, antes incluso de ponerse en marcha, de pensar el nombre de su marca, de hacer ese análisis DAFO que ya seguro que te sabes de memoria, es definir en qué área de negocio va a actuar y a qué tipo de target va a dirigirse su negocio. El target o público objetivo es el destinatario de una campaña publicitaria, producto o servicio. El destinatario ideal, segmentado por edad, preferencias, aficiones, característics demográficas y hasta personalidad. Extrapolado al mundo de los blogs, estaríamos hablando de nuestro lector ideal, ése destinatario ideal que representa al grupo de destinatarios o audiencia para la que escribimos.

Definir al lector ideal tiene muchas ventajas. Entre otras, la capacidad de crear un contenido adecuado que conecte directamente con esa audiencia o la posibilidad de delimitar de manera mucho más precisa la temática de tu blog. De forma que tu blog no sea un popurrí difuso de muchas temáticas, sino un blog con contenido de valor que tenga cierto sentido.

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Hoy te traigo un plan de 5 pasos a seguir para que logres definir tu lector ideal. Esto es algo que he aprendido a marchas forzadas, después de no definir ni al lector ideal ni las temáticas de otros blogs que tuve en el pasado. La fórmula no tiene mucho misterio, los beneficios, como ya te he dicho, pueden ser muchos.

PASO 1: Identifica lo que te apasiona

Lo sé, lo repito mucho, pero es fundamental. Mantener un blog significa escribir sobre algo que apasione. Y hasta que no sepas lo que te apasiona, no sabrás lo que vas a escribir y no podrás definir a tu lector ideal. Si no has encontrado todavía esa pasión, simplemente prueba. Muchas veces las experiencias más reveladoras que tienen que ver con nuestra vocación, con aquello que nos gusta y que nos mueve, se viven a base de ensayos y errores. Experimenta, no tengas prisa. No te hace falta para nada la prisa.

PASO 2: Identifica tu temática

Tu blog puede tratar únicamente sobre tu pasión, o sobre tu pasión y sobre otros temas relacionados. Por ejemplo: me esfuerzo mucho porque este blog refleje mi mayor pasión, que es escribir y comunicar. Pero también hablo de otros temas relacionados y que me encantan como marca personal, autoestima, talento, trabajo, periodismo, marketing, motivación. Por supuesto, esta opción es la más complicada, pero también la más divertida. Tratar de que todo lo que forma parte de lo que eres y de lo que te gustaría ser conviva en un mismo espacio y tenga sentido, es toda una aventura.

PASO 3: ¿Para quién escribo?

Hazte esa pregunta literalmente. Piensa un lector hipotético con tu blog abierto en la pantalla de su ordenador. ¿Qué edad tiene? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Qué profesión tiene? ¿Qué le gusta? ¿Es feliz? ¿Está contento con su vida? ¿Qué hace cuando navega por Internet? ¿Por qué  le gusta tu blog?

Por ejemplo: mi lector tiene una edad entre los 18 y los 35 (¡millenials a mí!) y ante todo, es una persona creativa. Probablemente sea estudiante universitario o ya haya acabado y se dedique a la comunicación o a profesiones similares. Quizá se dedique a algo totalmente diferente, pero le guste mucho el mundo de los blogs, o los conceptos de marca personal, creatividad, talento, etc. Será más o menos feliz, pero sobre todo, se busca a sí mismo. Está en una etapa de búsqueda, de experimento con su talento, busca incesantemente su camino, sin conformarse y aspirando a algo más. Y por eso necesita motivación a veces, pero también inspiración,  ánimos para ser creativo y contenido que le ayude a organizarse un poco con el fin de conseguir sus objetivos. También le gusta leer cosas interesantes relacionadas con los temas generales del blog, como entrevistas o Mini Guías.

¿Lo has visto? Redacta tú también un perfil de tu lector ideal. Define sus inquietudes, sus necesidades o lo que va buscando cuando lee un blog. Quizá te preguntes: ¿me estoy inventando a un personaje? A lo que rotundamente te contesto: No. ¿Me he inventado yo al mío o quizá, en líneas generales, acabo de definirte a ti? Pues eso ;)

PASO 4: Planifica tu contenido

Si hubiéramos hecho todo este proceso sin el paso 1, nos encontraríamos escribiendo para una audiencia concreta sobre algo que no nos interesa lo más mínimo. Cuando lo que realmente te apasiona confluye con aquello que tu lector demanda, se dice que te mueves en tu nicho, ese espacio en el que se desarrollará tu blog y en el que planificarás tu contenido. No estarás, por tanto, escribiendo simplemente lo que otros quieren leer, sino escribiendo sobre lo que quieres escribir, y que además resulta interesante a un perfil determinado de personas.

PASO 5: Fideliza a tu lector ideal

Una vez que sabes para quién escribes, la labor de tu blog se convierte en algo mucho más personal. Quieres que ese lector al que casi te da la sensación que conoces, se sienta bien cada vez que entre a tu blog y que lea contenido nuevo. Estás deseando que lea ese último post que has escrito y que has guardado en borradores para cuando toque corregirlo y publicarlo. Estás convencido de que le gustará mucho esa nueva sección que has creado, o ese nuevo complemento (una newsletter, por ejemplo) que has incorporado a su experiencia como lector. Todos esos gestos del día a día, y mostrarse accesible y cercano, hacen que se refuerce la relación autor-lector. Este proceso es largo, no es cuestión de una semana ni de dos. Labrarse una comunidad fiel, asidua y habitual es difícil y requiere esfuerzo, pero cada paso, por pequeño que sea, resulta muy reconfortante.

Ahora te toca a ti. ¿Y tú? ¿Para quién escribes?

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