Un niño de origen latinoamericano en EEUU, Xavier, amante de las matemáticas y de las frutas y verduras fue víctima el pasado 20 de octubre. La encargada de repartir comidas y otros alimentos en el comedor de su colegio fue tajante, algunos dirían hasta cruel con el menor: ¿Sabes qué? ¡Tú no puedes comer!, le advirtió, delante de todos sus compañeros de clase.
Su padre dice que Xavier está en el programa federal de almuerzos escolares gratis, pero le mandaron a casa sin comer y con una hoja factura diciendo que tenía un saldo negativo.
Un portavoz del colegio le dijo a la cadena FOX NEWS que si un estudiante debe 20 dólares o más, debería aun así recibir un sandwich de queso, una bebida y una cantidad ilimitada de frutas y verduras. Pero Xavier dice que no le dieron nada de comer y su padre dice que además esa norma no debe aplicar para su hijo ya que reciben el subsidio federal para los almuerzos escolares gratis. “Nunca contestaron mi pregunta sobre por qué le denegaron la comida”, dice el padre de Xavier.
“Me pasó de niño y aún puedo sentir el dolor. Solo puedo imaginarme la humillación que tuvo que sufrir mi hijo”. “Me hizo sentir bien mal, eso no está bien. Eso es como decir “oye ahora no tienes tus libros así que no puedes recibir tu educación. No se puede hacer eso. Dále de comer. Necesitan comer. Necesitan concentrarse. No pueden concentrarse sin comer. No quiero que esto le pase a ningún otro niño. Es dañino”.
Pero desafortunadamente, en la terrible situación política económica y social que se encuentra Occidente, estas situaciones son bastante habituales. Un colegio en Utah TIRÓ A LA BASURA la comida de 40 estudiantes de primaria porque sus padres no habían hecho los pagos. Un colegio en Texas (el estado del milagro tejano) también tiró a la basura el desayuno de un niño ¡¡por deber tan solo TREINTA, sí 30, CENTAVOS de dólar!!
Los niños que reciben almuerzos gratis también han sufrido – y sufren – humillaciones. Los estudiantes en un colegio CONCERTADO (qué “sorpresa” ajem) de Colorado tuvieron que aceptar que le pongan un sello en sus manos delante de sus otros compañeros más pudientes para poder comer gratis. De hecho, incluso ha habido congresistas americanos (que encajarían perfectamente en el Instituto Juan de Mariana dirigido por Juan Ramón Rallo) que han pedido que los niños que reciban almuerzos subvencionados por el gobierno deberían ser obligados a barrer los suelos. Eso sí, Kingston también recibe un sueldo público (al igual que Juan Ramón Rallo recibía) pero no les verás a estos imbéciles maliciosos pidiendo barrer y fregar suelos a cambio de su dinero público. Porque en realidad adoran el dinero público, mientras sea para ellos y no para quienes realmente lo necesitan. Los peores pagadores del mundo son los libegales – utilizan tus servicios y luego quieren pagar lo mínimo posible que puedan. Son los expertos del “low cost” (aunque en otras épocas se les llamaba tacaños miserables).
En Estados Unidos (y también en España), todo profesor sabe bien que hay niños que llegan con hambre a clase. Es un terrible problema y cada vez más notable.
Más de uno de cada cinco niños vive en un hogar donde no se come habitualmente ni hay dinero para tener una dieta equilibrada. El hambre tiene efectos particularmente terribles si son niños, porque puede impedir su desarrollo cognitivo y social. También tienen más probabilidad de sufrir alguna enfermedad mental. Todos los expertos dicen – con razón – que el desayuno es absolutamente fundamental para el éxito académico y social.
En los distritos de EEUU que contemplan comidas totalmente gratuitas (Los Angeles, Nueva York, Indianapolis, entre otros), se baraja la idea de que no pague ni un solo niño. El dinero para la comida vendría de los impuestos. ¡Me encantaría que el dinero de los impuestos se destinara a eso y no para dar subvenciones a los hermanos Koch o a las grandes superficies o cadenas como Mcdonalds, para mal pagar sus empleados y dejarles sin sanidad! Gentuza.
Mientras tanto, en los distritos sin este programa federal, algunos ciudadanos privados han tomado la iniciativa (aunque es triste que un país tan supuestamente civilizado tenga que recurrir a la caridad privada en pleno siglo XXI) – en Texas, un hombre pagó las facturas de todos los estudiantes en un distrito para que pudieran seguir comiendo sin pagar. Una profesora de primaria en Nuevo México ha creado un programa para llenar la mochila de los estudiantes con alimentos adecuados.
En España, los datos son realmente terribles también. Más del 17% de menores vive por debajo del umbral de la pobreza. “La crisis golpea con fuerza a los más pequeños. Los datos son alarmantes. Por primera vez en la historia, los niños se han convertido en el colectivo más afectado por la crisis económica en España, según un reciente informe de Unicef, que pone de manifiesto que en nuestro país viven casi 2,2 millones de niños en pobreza relativa.
El 17,1% de los menores en España viven por debajo del umbral de la pobreza (15.820 euros anuales para una familia de dos adultos y dos niños), una tasa que sitúa a nuestro país como el cuarto de la UE con la proporción más alta de niños pobres, por detrás de Rumanía, Letonia y Bulgaria. Aumenta también el porcentaje de niños que viven en hogares con una privación material severa y de los que viven en hogares que sufren pobreza crónica.” Todo esto, como para que venga un desgraciado inútil a frivolizar sobre el hambre en nuestro país. Por favor, os advierto que el hilo de ese artículo es realmente escalofriante porque la ignorancia y el odio hacia los que menos tienen realmente da miedo. Si no fuera porque son simples inútiles comentando desde la comodidad de sus sillones con la panza llena, se les podría casi confundir con las juventudes hitlerianas pero ni eso, porque al menos las juventudes hitlerianas al menos en teoría sí creían que la pobreza era un problema. Los liberales de verdad siempre han intentado luchar contra el hambre y la pobreza. Mientras que Rallo y otros delincuentes ideológicos frivolizan sobre el hambre de los niños del mundo, los liberales debemos construir las bases y un frente de oposición para que sea ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE e ILEGAL que un solo niño se queden sin comer en nuestro país. Sí hay dinero – sí es posible, sí podemos.