Revista España
Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María conforman un triángulo geográfico donde el vino es protagonista.
En esta comarca gaditana, acariciada por las brisas atlánticas, toman cuerpo caldos como el fino o la manzanilla, ligados íntimamente a la historia de unas ciudades señoriales, vivas y ensoñadoras. En Jerez se elabora un vino aristocrático, en Sanlúcar una manzanilla joven y viva y en El Puerto un fino macerado por brisas marineras y alientos de ultramar.
Los caldos generosos que han dado brillo a las tierras de Cádiz se elaboran principalmente con la variedad de uva palomino, que es autóctona del Marco de Jerez.
Es una uva blanca, mediana, jugosa, agrupada en largos racimos de hojas grandes. Sus cepas crecen en terrenos de albariza, propicios para la retención de la humedad.