Revista Política

Saco, ése cobarde

Publicado el 24 septiembre 2010 por Romanas
Decía ese genio negro, más que oscuro negro, que es Fraga que la política hace a veces extraños compañeros de cama. Qué razón  tiene uno de los más siniestros personajes españoles de los últimos tiempos porque, he aquí que, por una vez, la inefable Luna y yo estamos plenamente de acuerdo en lo que ha sucedido con Soledad, lo que ocurre es que, como se trata de su adorado SacoBaco, élla, en su lamento-ataque, se queda a mitad del camino porque de lo acaecido se pueden extraer tantas consecuencias que, de haberse élla atrevido a hacerlo, es posible que ese maldito blog hubiera estallado, al fin, por los aires, pero entonces ¿qué hubiera hecho élla cuando se le pase la neura y necesite volver a exprimir en algún sitio con público todas sus fobias y sus filias, que son tantas.
Para que ustedes se den una idea de cómo me quiere la tal Luna, basta con que lean el último párrafo de su luctuoso comentario,dice así: “Digno lacayo del amo que el eligió”.
Sublime frase de una de las mentes más preclaras y documentadas que yo haya conocido nunca, cuyos personajes somos: el lacayo, Malditos Bastardos, en adelante MB,  y el amo, yo.
Y, ahora, como el puñetero Quevedo con su famoso soneto, me hallo ante un formidable aprieto: ¿de qué escribo yo, ahora, hoy, de la insuperable cobardía que supone lo que ha hecho SacoBaco con Soledad o de esa relación de dominio que la inefable Luna dice que hay, o hubo, entre MB y yo?
Efectivamente, en mi vida me he visto en tal aprieto porque ambos temas son, para mí, al menos, apasionantes.
Aunque sólo sea por el mandato, siempre apremiante, de la actualidad, me decidiré, hoy, por el tema SacoBaco “versus” Soledad.
Que SacoBaco es un tipo rastrero es tan evidente que casi no merece la pena tratarlo como tema, ya que fuera de sus  lameculos y de todas esas pobres gentes que necesitan imperiosamente leer sus propios seudónimos en la prensa, a través de las pantallas de sus ordenadores, para sentirse existentes, algo así, pero peor, que la tópica y típica Belén Estaban, y que, haga lo que haga este tipo, seguirán allí escribiendo todos los días sus estupideces porque leer lo que se les ocurre, es decir alimentarse con sus propios vómitos, es para ellos ese placer orgásmico al que continuamente se refieren casi todos ellos, y es muy difícil, si no imposible, renunciar a esta especie de onanismo sexual cuasi intelectual, repito, que SacoBaco es, quizá, el tipo más rastrero que yo he conocido en mi vida, está demostrado para cualquiera que lea y vea casi todos los días no sólo lo que escribe sino también lo que hace:
1) pontificar dogmáticamente sobre todo lo divino y lo humano, escribiendo no ex cátedra sino desde mucho más arriba aún, no desde los cielos, que están demasiado próximos para su magnificencia, sino desde un nuevo espacio,  que los demás seres, como terrenales que somos, ni siquiera soñamos;
2) tan arriba está este nuevo y omnisciente dios que no se rebaja a nuestro mortal nivel si no es porque le conviene miserablemente; él no interviene nunca en las cuitas de sus pastoreados visitantes, no le interesan, dice, el muy cínico, que se limita a vampirizarlos  pero no es verdad porque nadie de los que allí intervienen tiene sustancia suficiente para que él extraiga de sus venas nada absolutamente, por ello cuando él baja de su inalcanzable pedestal al nivel de sus despreciables(para él) criaturas lo hace con una brevedad que para sí hubieran querido Tácito y Gracián, jamás desciende si no le interesa por alguna de sus mezquinas razones a discutir con ellas;
3) y, ahora, viene lo esencial, lo que lo retrata indeleblemente y para siempre, el tal personaje, que no alienta sino para su propio medro, que ha creado el blog para su propio beneficio y que no piensa en ninguna otra cosa, cuida, sobre todo, de que nada enturbie el remanso de su dominio, para lo que se guía no por la justicia, a la que personalmente aborrece, con ese odio que los ultraderechistas  sienten por todo lo que nos iguala a los seres humanos, sino por su calculado interés, lo que le induce no sólo a falsificar continuamente la verdad, diciendo, por ejemplo, que en la durísima contienda entre MB y Soledad, el inicio de la misma, lo que es fundamental, a la hora de enjuiciarla, corresponde a la fémina, así como la utilización de los insultos más soeces y barriobajeros, que ante cualquier juez verdaderamente imparcial de la cuestión, hubieran sido determinantes a la hora de sentenciar, fueron escritos sin ninguna clase de rubor por  ella, siendo así como es no ya sabido sino también notorio por todos los que hayan seguido, si sus fuertes estómagos se lo permitían, la por todos motivos aberrante batalla, que lo sucedido realmente es precisamente todo lo contrario, que la mujer fue barrida literalmente de la escena por uno de los “mejores” y más experimentados polemistas que pululan por su blog, lo que fue efectivamente decisivo en la mente de un cobarde esencial como es el tal SacoBaco para sacarle a la mujer la tarjeta roja.
A cualquier bien nacido el patético espectáculo de una mujer gritando histéricamente que su rival dijera en qué comentario ella había afirmado que su Dios era el tal SacoBaco, le hubiera producido la natural reacción no ya de la piedad sino de la compasión(compartir el patos, el sufrimiento), pero esto, como venimos diciendo nosotros incansablemente, es absolutamente imposible en un auténtico desalmado que, además, presume de ello, de aquí, que la sentencia, tal como incluso reconocen algunos de sus descerebrados lameculos, estaba cantada no ya sólo por nosotros sino por todos los que le conocen:  Soledad ha sido expulsada del paraíso sáquico, precisamente porque no sólo la justicia y la verdad estaban de su parte, y esto repugna intrínsecamente al tal SacoBaco, sino por algo mucho peor aún, PORQUE REPRESENTABA LA PARTE MÁS DÉBIL EN LA CONTIENDA, ALGUIEN QUE ESTABA DEMOSTRANDO PALADINAMENTE NO YA QUE ESTABA PERDIENDO LA CRUENTÍSIMA BATALLA SINO QUE NO DISPONÍA DE LOS FORMIDABLES EFECTIVOS QUE EXHIBÍA SU DESPIADADO ANTAGONISTA QUE NO SE HABÍA DETENIDO ANTE NINGUNA CLASE DE BARRAS, DE MODO QUE, COMO TODO FASCISTA DE CONVICCIÓN Y DEVOCIÓN, SACOBACO NO SÓLO SACRIFICÓ A LA PARTE QUE LLEVABA LA RAZÓN Y QUE POR TANTO TENÍA A LA VERDAD Y A LA JUSTICIA DE SU PARTE SINO QUE TAMBIÉN  ERA OSTENSIBLEMENTE LA PARTE MÁS DÉBIL, AQUÉLLA QUE PODRÍA HACERLE MUCHO MENOS DAÑOS SI SE REVOLVÍA CONTRA ÉL.
Así fue la cuestión y así se la hemos contado.

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