Sala de espera.

      Me gusta ir a la biblioteca de mi pueblo, más que a buscar algún libro concreto, a coger algún libro que mi instinto me diga que me va a gustar. Según entras , a la derecha, hay una estantería con libros recientes o de interés y ahí encontré Sala de Espera , el libro póstumo de José Luis Sampedro . Sin dudarlo me lo traje a casa y no me arrepentí.
       La actitud de Sampedro como docente y pensador fue ésta: " Les ofrezco lo que veo con mis propios ojos, por si les sirve, pero ustedes miren con los suyos".
       LA ESPECIE HUMANA.
       Para el autor el hombre es una chispa de la energía del Cosmos en combustión." Un momentáneo corpúsculo, material biodegradable para el perpetuo reciclado. Un infinitésimo de energía en fin. Pero hablante".
       La palabra es lo verdaderamente humano, que nos ha hecho posible inventar todo un mundo mental. La mente tiene como materia la palabra y como productos las emociones, sensaciones, imaginaciones, ilusiones y creencias. El cuerpo no lo poseemos sino que yo soy él, y la mente ha sido creada por él. EL cuerpo percibe por los sentidos, y la mente registra, matiza y comparte las reacciones del cuerpo. "El hombre vive en dos mundos a la vez: el mental , más elástico y cambiable, y el corporal, más invariable, como el mundo físico".
       " El espíritu es la chispa de Energía Cósmica que nos da la vida y que nos mueve hacia adelante en la evolución". "El espíritu humano es esa Energía manifestándose en nuestra mente".
       LA PALABRA.
       El lenguaje nos sirvió para poder organizarnos socialmente con leyes, para el desarrollo científico y educativo, para construir nuestro mundo mental. Sin la palabra no habría razonamiento ni literatura ni imaginario. Pero la palabra también lleva al ser humano a actuar motivado por eslóganes, y también nos encadena con creencias.
       El lenguaje es capaz de llevarnos hasta el espíritu, y nos permite hablar y dialogar con nosotros mismos.
      "La palabra debe ser recibida con criterio crítico pues puede ser un bálsamo o un veneno".
       José Luis Sampedro también nos habla en este libro de su infancia en ciudades sin dogmas en donde se sentía libre, y de otras  aferradas a la tradición y la naturaleza pero que te hacían sentir "seguro, sin angustia e imperturbable".
       Aquí os he dejado un resumen de los últimas hojas escritas por esta estupenda y sensible chispa cuando estaba ya en su ocaso.
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