Un servidor de mayor espera ser millonario. Lo tengo muy claro desde que era pequeño y descubrí que los reyes magos trataban mucho mejor al despótico hijo del higienista dental que al simpático, tímido y bajito IP Anónima que por aquel entonces apenas se levantaba un metro del suelo. Aunque eso ya lo superé cuando me dí cuenta de que incluso con ropa chachi y juguetes caros, el niño ese seguía siendo un enorme cabrón, continuaba queriendo un montón de cosas, pero no una bicicleta de montaña, una videoconsola o un padre que comprase mis aprobados a golpes de talonario, no, no. Lo que a mí me gustaba estaba casi siempre detrás de una pantalla.
Y el caso es que si eres millonario puedes hacerte con todo eso. La casa de subastas PROFILES IN HISTORY va a sacar varias pertenencias de algunas estrellas, como el traje de Marilyn Monroe en “Los caballeros las prefieren rubias”, con el que esperan recaudar unos doscientos mil dólares.

Contemplando esta fotografía me viene a la cabeza Groucho Marx, que ayudó en su descubrimiento, y sus quejas porque aseguraba que no se podía trabajar con ella.
Pero ahí no acaban las cosas. El sable láser de Darth Vader también está a la venta (sí, lo sé, nada es equiparable a la caña de pescar oficial de Star Wars), junto con una guitarra de Elvis Presley, el sombrero que llevaba la bruja Mala en “El mago de Oz”, la chaqueta de Jack Sparrow en Piratas del Caribe y otra pieza que en su día lució Jhonny Depp: las tijeras de la película Eduardo Manostijeras, una de las mejores películas de Tim Burton, cuando aún no había empezado con esas chorradas que hace últimamente.

Por supuesto que estas cosas no se venden baratas, pero supongo que más de uno desearía tener estos objetos en el salón de su casa o en la caja fuerte de un banco Suizo, bien protegidos por treinta centímetros de cristal blindado y dos guardias armados. Uno de los objetos estrella es también la letra de Beat It, escrita del puño y letra de Michael Jackson allá por 1983, que se venderá por unos cinco mil dólares. Mi interés por estas subastas no llegan a los extremos de los fanáticos, esos capaces de comprarse un Sandwich a medio comer por Britney Spears por diez mil dólares o un cigarrillo a medio acabar por Brad Pitt. Hay que distinguir entre el coleccionismo, la admiración y la gilipollez. Si sois de aquellos que desearían tener cosas que han visto alguna vez en la pantalla tales como una Dharmagoneta, la chaqueta amarilla de Freddy Mercury o un modesto Halcon Milenario a tamaño real, bienvenidos a mi mundo, no es nada malo. Siempre y cuando no lleguéis a los extremos del Sr Burns, que en un capítulo del los Simpsons le decía a Homer: ahm, esto es curioso, el traje con el que fue ENTERRADO Charlie Chaplin.
Ps: mi cumpleaños es en Septiembre.
