Salgo de mi downblogging de barril para hablar del último...

Salgo de mi downblogging de barril para hablar del último libro memorable que he leído. "El mapa y el territorio" de Michel Houellebecq". He seguido, discontínuamente, la trayectoria de este escritor en los últimos años cuando ya estaba consagrado en Francia tanto como polemista como como escritor brillante y oxigenante. Ya no tiene edad para ser el "Enfant terrible" de las letras francesas pero mantiene el pulso, el tiento y la acidez en sus párrafos.Me ha resultado interesante el libro primero porque cuenta la historia de un artista Jed Martin, que bien podría ser él mismo, su relación con el arte y la forma de facturar y fabricar el arte. Las referencias a la familia y al entorno, al amor y su relación, distante, lejana con un escritor "ficticio" llamado, precisamente Michel Houellebecq que encarna su propia parodia o quizás la idea que muchos se han hecho de él mismo, su propio personaje: extraño, misántropo, maniático outsider.El libro destila literatura y destila algo que no es común, se entrevé como el sudor de su escritura, el detalle de sus descripciones se marca, la descripción del arte del fotógrafo o pintor Jeb Martín es paralelo a la ejecutoria del escritor, sus búsquedas, sus encuentros, sus epifanías y sus sentires y sentimientos. Todo ello hace que el libro sea ciertamente especial. Ya huído, quizás, del escándalo, parcial, de Plataforma u otros libros Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.