Seguramente has escuchado muchas veces la frase “salir de tu zona de confort”. Y te habrás preguntando el porque te insisten tanto en salir de ella. ¿Qué sentido tiene salir de nuestra zona de confort cuando nos encontramos bien o aparentemente bien en ella?
Zona de confort
Cuando hablamos de zona de confort nos referimos a ese estado mental en el que permanecemos los seres humanos actuando de forma pasiva ante las circunstancias que acontecen en nuestra propia vida.Zona de confort
Se trata de un estado de comodidad y confort como su nombre lo dice, que provoca que generemos un nivel de rendimiento constante y continuo en donde evitamos los riesgos y la incertidumbre que nos generan las nuevas situaciones. En pocas palabras es como si estuviéramos actuando en “piloto automático” todo el tiempo. Encontrarnos en nuestra zona de confort no siempre es negativo, depende de las expectativas que uno tenga, sin embargo puede llegar a ser muy perjudicial para algunas personas ya que prefieren estar dentro de la zona conocida y no arriesgarse, por lo tanto no atreverse a hacer las cosas que verdaderamente desean. También para algunas otras la zona de confort incluso puede ser una zona realmente peligrosa pero que aún así prefieren encontrarse en ella y aplicar el “más vale malo por conocido”. Esta en una zona de confort puede ir desde el hacer la misma rutina todos los días, seguir en el mismo trabajo que no te llena, frecuentar los mismos sitios vacacionales todos los años, hasta limitarse a no estudiar una carrera que se desea por el miedo a fracasar, seguir con una relación tóxica por miedo a estar solo(a), no atreverse a emprender algo nuevo, etc.¿Por qué salir de la zona de confort?
Como hemos visto, muchas veces, el encontrarse en la zona de confort, no implica incomodidad, dolor o sufrimiento, sino todo lo contrario. Puede implicar encontrarnos en un estado pasivo, en el que estamos tranquilos ya que no existe algún tipo de novedad que pueda causarnos miedo, ansiedad, temor al saber que corremos algún tipo de riesgo.Nos solemos mover en un entorno al que conocemos perfectamente, dominamos las actividades que realizamos día con día, conocemos nuestros límites y no intentamos romper con ellos ni ir más allá. Es por esto que es normal preguntarnos, “¿en qué me beneficia salir de mi zona de confort?”
Si nos ponemos a reflexionar y recordar algunos momentos importantes en nuestra vida, nos daremos cuenta de que en ocasiones hemos tenido que salir de nuestra zona de confort incluso por decisión propia. ¿Recuerdas la vez que te atreviste a hablarle a aquella chica(o) que tanto te gustaba?, ¿recuerdas la vez que aprendiste a nadar o cuando decidiste ponerle un alto a aquella situación que tanto te atormentaba?. Todos hemos salido antes de nuestra zona de confort, ¿te acuerdas como te sentiste ante ello?.
¡Sal de tu zona de confort!
Salir de la zona de confort
A continuación te daré a conocer algunos beneficios que podemos obtener al salir de nuestra zona de confort. Y así mismo te invito a valorar si te conviene o no salir de ella.
- Nos sentimos más motivados: Nos motiva el hecho de saber que nos encontramos en el camino hacia nuestras expectativas, nuestros planes y metas.
- Ganamos confianza en nosotros mismos: Al darnos cuenta de que aquello que veíamos como limitaciones, ahora sabemos que no lo son, que es algo que podemos alcanzar y nos sentimos capaces de ir poniéndonos nuevos retos.
- Estamos más contentos durante el día: Cuando realizamos nuestras actividades cotidianas lo hacemos con más alegría al recordar que tenemos unos planes o metas previstas que vamos a disfrutar y que todo el esfuerzo que hagamos valdrá la pena.
- Experimentar nuestro crecimiento personal: Es una de las mayores fuentes de satisfacción en la vida. El notar como vamos mejorando como personas aumenta nuestro bienestar emocional.
- Nos volvemos más creativos: Cuando hacemos cosas distintas a las que estamos acostumbrados nuestro cerebro se vuelve más creativo. Nos obligamos a buscar nuevas opciones para obtener nuevos y mejores resultados y eso implica tener que recurrir constantemente a la creatividad.
Salir de tu zona de confort, una actitud ante la vida
¿Conoces algún otro beneficio, según tu experiencia? Para finalizar he añadido una serie de cosas que se van aprendiendo cuando mantenemos el salir de nuestra zona de confort como una actitud ante la vida.
- Nos damos cuenta de que los límites los establecemos nosotros mismos y por lo tanto tenemos el control sobre ellos. Nosotros decidimos que tan lejos podemos llegar.
- Podemos salir de nuestra zona de confort dando pasos pequeños, no es necesario que “saltemos al abismo” para salir de ella. Cada paso, por más pequeño que sea es sumamente importante.
- Si pretendemos “comernos el mundo” desde el primer día, seguramente no lo vamos a lograr. Sólo nos desanimaremos.
- La sed de seguir aprendiendo cada vez es más grande y nunca se acaba, ese es uno de nuestros motores para continuar.
- Aquello que hoy vemos como una gran dificultad, si nos encaminamos hacia ello con voluntad y perseverancia, mañana lo vamos a dominar.
- El proponernos nuevos retos y encaminarnos a ellos aumenta nuestro sentido de vida.
- Aprendemos a percibir los fracasos como grandes oportunidades.
- Los sueños también son parte de nuestra realidad.
- Es maravilloso cuando nos esforzamos y descubrimos en nosotros nuevas habilidades y actitudes que creíamos imposibles de tener.
- Salir de nuestra zona de confort es una actitud ante la vida.
- Salir de nuestra zona de confort abre nuestra mente, nos hace más flexibles.
- Nos damos cuenta de que nuestra autoestima ha aumentado considerablemente.
Te invito a dar ese salto a lo desconocido que tanto deseas pero que aún no te has atrevido, recuerda que HOY es un gran momento para hacerlo. Gracias por seguir visitando mi blog de psicología y desarrollo personal. Espero que mi artículo: salir de la zona de confort: ¿para qué? te haya gustado pero sobre todo que haya podido aportar algo valioso a tu vida. ¡Hasta la próxima!