Algunas noticias son realmente sorprendentes y extremistas, no nos puede entrar en la cabeza que existan salones de belleza para bebés a partir de un año y hasta trece años de edad. Al parecer, en Brentwood (Reino Unido) se ha abierto el mencionado salón de belleza y como ya era de esperar, ha suscitado la furia de quienes protegen los derechos de los niños, la verdad es que no tiene mucho sentido ofrecer tratamientos faciales, maquillaje, manicura o pedicura a los bebés.
Son muchos los que opinan que se trata de un negocio denigrante e indignante, ya que establece en los niños unos cánones de belleza que no son apropiados y mucho menos recomendables, ¿cómo será la personalidad de estos niños?, ¿qué consecuencias les traerá someterse a este tipo de tratamientos estéticos a una edad tan precoz? El salón de belleza para bebés y niños es defendido a capa y espada por su propietaria, declara que las niñas se sienten mejor cuando van a la peluquería (servicio que también brinda el salón), ya que quieren lucirse y agradar en todo momento.
Para ello hubiera sido mejor, abrir una peluquería infantil, algo que posiblemente no hubiera generado ningún tipo de polémica, pero estamos hablando de tratamientos realizados a bebés (la dueña del salón se va por las ramas). Sin ir más lejos, nada más inaugurar el salón de belleza infantil, el primer cliente fue una niña de 16 meses de edad, ¿cuántas madres llevarían a su bebé a este tipo de locales?
Pero no acaba todo aquí, para alterar aún más la personalidad de los pequeños para que el día de mañana sean personas “complicadas”, el salón ofrece un servicio exclusivo en el que una limusina puede recoger a las niñas y llevarlas al centro, posteriormente las devolvería a su hogar, esto supera la excentricidad, pero lo que resulta increíble es que este servicio es muy solicitado, en apenas una semana se han realizado 15 reservas. No se puede demonizar el salón de belleza infantil, y menos cuando existe una demanda de este tipo de servicios, son los padres los que necesitan aprender y concienciarse sobre los riesgos de que los niños se adentren en el mundo de la belleza y los actuales estereotipos propios de los adultos.
Algunos expertos explican que el salón de belleza para bebés y niños conlleva la sexualización de los pequeños y su “comercialización”. Citamos como ejemplo las niñas Vogue, pequeñas menores de ocho años que posaban en la revista con unas auténticas seductoras adultas. Otro ejemplo a citar es High Glitz, una historia del mundo extravagante de los concursos infantiles, el afán de fama de algunos padres promueve los concursos infantiles de belleza.
A través de la noticia de Telecinco podemos saber que algunos psicólogos indican que no es malo que las niñas experimenten y jueguen a ponerse los zapatos de tacón de las madres, pero con este tipo de iniciativas como el salón, poco a poco se les arrebata la infancia y su personalidad se forma exclusivamente en torno al mundo de la belleza, algo que perjudica seriamente el buen desarrollo de los niños.
Merece la pena leer el reportaje publicado en el diario digital Mail Online, como apunta la publicación, existe un mercado y una demanda real que quiere ser satisfecha, es algo que muchos padres no aprueban pero desgraciadamente otros sí. El local se ha abierto y cuenta con los permisos oportunos para su actividad, algo que contrasta con la publicación de un estudio que ha sido avalado por el Gobierno del Reino Unido y en el que se reclama más protección para la infancia. Seguramente volveremos a hablar del tema, la polémica salpica el mencionado informe y pone al descubierto que la legislación del país no parece estar bien definida en lo que respecta al mundo de los niños.
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¿Salones de belleza para bebés a partir de un año de edad?