La salsa boloñesa es una de esas salsas que todos hemos comido alguna vez. La pasta con salsa boloñesa es la comida más típica en los menús infantiles de los restaurantes y es una opción fácil para dar de comer a los niños cuando quieres acertar seguro. Es una salsa fácil de hacer que hasta al menos cocinillas le sale bien pero tiene un gran inconveniente: lleva carne.
Antes de dejar de comer carne tampoco es que la salsa boloñesa estuviera muy presente en mis comidas. De vez en cuando mi madre o mi abuela preparaban salsa de tomate con carne para acompañar a la pasta pero tampoco era la salsa más habitual. Sin embargo, sé que hay mucha gente a la que le encanta y la verdad es que es una manera muy simple de hacer un plato completo sin necesidad de cocinar primeros y segundos. Gracias a la salsa boloñesa conseguimos una comida con todos los nutrientes necesarios y que a casi todo el mundo gusta.
Para hacer la versión vegetariana de la salsa boloñesa he utilizado soja texturizada gruesa. La soja texturizada es un producto elaborado a base de soja que se ha sometido a una serie de procesos para conseguir la textura de la carne y que es muy alto en proteínas vegetales. Entre esos procesos hay la alta temperatura o la deshidratación pero a pesar de todo esto es un producto que no lleva aditivos químicos, muy natural y que conserva todos los beneficios de la soja (Vamos, que es soja y nada más).
Como ya os he dicho es un alimento muy rico en proteínas ¡tiene más del doble de proteínas que la carne! y además contiene fibra vegetal, minerales y vitaminas sin apenas tener grasas. Como veis es ideal para deportistas o para personas que necesitan introducir más proteína en su dieta.
El sabor de la soja texturizada es neutro por lo que va muy bien para hacer muchos platos diferentes, adaptándose al sabor de cada cosa que le agreguemos. La textura como dije recuerda a la de la carne y hay gente que la utiliza directamente como sustituta de la misma en platos más comunes como verduras rellenas, albóndigas o hamburguesas.
Yo hasta hoy no la había probado y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente. Había visto muchas recetas con soja texturizada por Internet así que cuando la vi en el supermercado me dio curiosidad y la compré, aunque tardé unas semanas en utilizarla. Tampoco creo que se vaya a convertir en un ingrediente principal en mi dieta pero sí que es una comida muy sana e interesante que merece la pena tener en la nevera para experimentar y probar nuevos platos.
La soja texturizada es un producto deshidratado por lo que es necesario hidratarla antes de cocer para que gane tamaño y consistencia. Yo la puse a remojo una hora antes pero si no tienes tiempo puedes hervirla o cocerla en la sartén durante más tiempo. Esta salsa boloñesa vegana es muy fácil de hacer y se hace en menos de diez minutos, ¡espero que os guste!
Ingredientes:
- 30 gr de soja texturizada
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- Tomate natural triturado
- Aceite de oliva virgen extra
Instrucciones:
Ponemos la soja texturizada en un bol cubierta de agua y dejamos que se hidrate durante una hora. Si no disponemos de ese tiempo podemos dejarlo en la nevera la noche o la mañana antes para que se hidrate o hervirla un poco al mismo momento.
Pelamos y cortamos la cebolla y la zanahoria a trozos pequeños. En una sartén ponemos un poco de aceite y salteamos la cebolla y la zanahoria.
Cuando la cebolla y la zanahoria estén casi hechas colamos la soja texturizada para eliminar el agua y la añadimos a la sartén. Removemos un poco y añadimos el tomate natural triturado que queramos hasta que quede la textura que más nos guste.
¡Apagamos el fuego y listo! Si queréis aquí podéis añadir también ajo en polvo, orégano o pimienta para darle más sabor a la salsa pero a mí me gustó así tal cual. Yo la usé para acompañar un plato de espaguetis y la verdad es que quedó buenísima. Seguro que repito.
Espero que os guste y si sabéis más recetas con soja texturizada me encantaría que me dejarais ideas en los comentarios o en Facebook y Instagram. Tengo más soja en casa y quiero aprender a hacer más recetas.
Un besazo y muchísimas gracias.