Sin duda uno de los mejores aprovechamientos que hago son las conservas de frutas y verduras de temporada. Entre ellas esta salsa de tomate casera, con los mejores tomates de verano del huerto de mi padre. Es facilísima de hacer y el resultado no podía ser mejor, un tomate frito casero con sabor a tomate de verdad. Ideal para preparar pasta, pizza, o cualquier guiso, te aportará un intenso sabor y color a tomate. Hoy aprovecharemos esos tomates rojos y maduros, tan tristes que no te los imaginas en la ensalada, pero que para esta salsa son geniales!
Ingredientes:
-2kg tomates maduros.
-50ml aceite de oliva.
-2 dientes de ajo.
-Sal.
-Azúcar.
Hay muchas versiones para hacer una buena salsa de tomate casera, pero yo me complico la vida lo mínimo (ni los pelo ni nada de eso) y sale de infarto!
Lava bien los tomates y quítales el pedúnculo. Cortalos en cuartos (o como quieras, groseramente) y ponlos en el vaso de la batidora hasta hacerlos puré.
Pon una sartén al fuego con el aceite de oliva y los ajos bien picados y seguidamente añade el tomate que acabamos de triturar.
Sazona con sal y azúcar y deja a fuego suave hasta que prácticamente se evapore todo el líquido y obtendrás una deliciosa salsa de tomate frito casero.
Para la conservación, tienes varias opciones... Reparte la salsa en botes y puedes congelarlos o guardarlos en la nevera o en la despensa. Si pos congelas te aguantarán mejor, pero siempre pierden algo de humedad. Yo prefiero no congelarlos. Para ello colma bien los botes de salsa y por último cubre con aceite a ras del bote. Cierra bien y ya está. También puedes evitar el paso del aceite, cerrarlos bien y pasarlos por un baño maría unos minutos... Anímate y pasa el invierno saboreando los mejores tomates del verano!