¿A quién no le gusta la comida mexicana? Está llena de sabor, de aromas, de color. Afortunadamente, podemos adaptar algunas de sus recetas más populares a la dieta Dukan: hace unas semanas os enseñaba como hago las Fajitas de Pollo sin salvados y esta le tocará el turno a los Tacos de Carne. Podemos hacer las salsas y los condimentos en casa (en la receta de las fajitas os enseñaba a hacer dos salsas) o comprarlos ya preparados. Cada vez resulta más fácil conseguir auténticos productos mexicanos en España, pero ¿cómo sabemos si son aptos para la dieta?
Comprobando la lista de ingredientes
Vamos a la lista de ingredientes y nos aseguramos de que no lleva nada que no esté permitido en la dieta. Tenemos que fijarnos sobre todo en que no lleve
- azúcar: las salsas y conservas con azúcar no son aptas para Dukan.
- jarabe, sirope, glucosa, fructosa ni ningún otro ingrediente que acabe en -osa ¡son azúcares! (la excepción es la sucralosa, un edulcorante apto)
- harinas y cereales
- fécula: ¿sabéis qué es la fécula? harina de patata
Esta es la etiqueta de una salsa apta para Dukan: como podéis ver no lleva ninguno de estos ingredientes no permitidos.
Como espesantes esta salsa lleva Goma Xantana, Goma Arábiga, Carragenina y Goma Guar. Sirven para dar consistencia a la salsa sin usar almidón, harina o fécula. Sus valores nutricionales son similares a los del Agar Agar, básicamente son fibra. ¿Y lo mejor? que son completamente aptos para la dieta.
Donde se consiguen estas salsas
Las que yo os estoy enseñando en las fotos, de la marca Clemente Jaques, cuestan menos de un euro y medio y se pueden comprar en Lidl y Aldi (estad atentos a las promociones “especial México”, que es cuando las tienen todas y en todas las tiendas). En Galicia se consiguen también en los supermercados Froíz. En El Corte Inglés e Hipercor venden además de esta marca, las salsas de San Marcos y La Costeña. ¿Tenéis cerca una tienda de alimentación latina o marroquí? Pasaos y preguntad, porque tienen también este tipo de salsas y muchas otras cosas interesantes.
Ya se lo que me vais a preguntar ¿Las tienen en Mercadona? Estas mismas no, pero tienen salsas aptas, de la marca Hacendado (como estas que nos enseña Sara Puerto Terol)
Esto os vale para todas las salsas y conservas
Cuando tengáis dudas de si un producto es apto, siempre lo primero será comprobar la lista de ingredientes. Tened en cuenta además que los ingredientes están ordenados según la cantidad: si lo primero que aparece es tomate, esa salsa lleva sobre todo tomate; si el tomate aparece al final de la lista, esa salsa llevará apenas un poco de tomate.
¿Y la regla de “más proteínas que la suma de hidratos + grasas”?
No se de dónde ha salido, pero os digo una cosa: no vale para nada, solo para que os volváis locos buscando una salsa que cumpla la regla porque ¡es imposible que una salsa tenga más proteinas que hidratos + grasas!
Sabemos que las cebollas, tomates, pimientos, calabacines, zanahoria, puerros, ajo, etc están entre los alimentos aptos para la dieta, ¿verdad? Las hierbas y las especias también son aptos. Lo tenéis en los libros o podéis consultarlo también en la página oficial. Pues si son aptos cuando están frescos, también lo son cuando están en conserva, en salsa, congelados y hasta secos. Da igual los hidratos que tengan, siempre son aptos.
¿Qué pasa con el azúcar que aparece en la tabla de valores nutricionales?
Que para las conservas y salsas no cuenta. Son los azúcares naturales de las verduras. Lo que tenemos que fijarnos es en que no haya azúcar añadido entre los INGREDIENTES. Hombre, si vemos que es un valor exageradamente alto y no aparece el azúcar en la lista de ingredientes algo raro pasa: casi con seguridad si que hay azúcar, pero con otro nombre para que no sea tan evidente (lo que os decía: dextrosa, glucosa, fructosa, etc, etc).
Estamos hablando de salsas, conservas y condimentos como las mezclas de especias. Hay un grupo de alimentos en el que si nos fijamos en el azúcar y los hidratos de la tabla de valores nutricionales: los lácteos. Leche, yogures, nata y quesos tienen sus propias normas. Otro día si queréis las repasamos con calma.