La receta que les propongo en esta oportunidad es perfecta para cualquier época del año porque nos permite combinar un alimento súper nutritivo, sabroso y de fácil digestión con los vegetales que podemos tener a mano en casa, sean de estación o congelados, pudiendo aprovecharlos por completo. Así, un poquito de esto y otro poquito de aquello constituyen un plato delicioso, de fácil y rápida preparación, que puede comerse caliente o tibio, con un sabor exquisito y buenas cantidades de nutrientes de óptima calidad 😉
La quinua/quinoa roja tiene un sabor ligeramente más intenso que la de color blanco, con un dejo algo marcado a nueces. Esta característica, sumada a la variedad de vegetales que incluiremos en este plato, hace de esta receta una oportunidad estupenda para acercar este producto por primera vez a todo aquel que no lo haya probado todavía 😋
¡Nos ponemos manos a la obra! Para ello, limpiamos 250 gramos de quinua/quinoa, retirándole cualquier impureza y la lavamos en reiteradas oportunidades, bajo el chorro de agua, hasta observar que no se forma ningún rastro de espuma. Entonces, la cocemos en 500 cc. de agua potable junto con 1-2 cucharadas de cebolla de verdeo deshidratada. Cuando rompe el hervor, bajamos un poco el fuego y dejamos que se cocine por unos 15-20 minutos (hasta que los granos hayan duplicado su volumen, dejando ver su germen, un rulito de color blanco). Una vez que esto ocurre, apagamos el fuego, incorporamos 1 cucharada de aceite de coco (o el de su preferencia), mezclamos suavemente y tapamos para dejar que termine de hidratarse perfectamente.
Pasado el tiempo de descanso, mezclamos nuevamente para asegurarnos que los granos queden separados entre sí y condimentamos a gusto, pero sin excedernos porque el resto de la preparación estará bastante sazonada. Cuando estemos a punto de armar el plato, le incorporamos 2-3 cucharadas de queso crema (en mi caso, descremado y bajo en grasas) que integramos muy bien. Por último, si fuera necesario, calentamos a fuego bajo para alcanzar la temperatura adecuada para acompañar los vegetales salteados.
Mientras la quinua/quinoa se cocina e hidrata adecuadamente, salteamos los vegetales. En este caso, utilicé 2 cebollas, cortadas en pluma, junto con 1/4 de pimiento amarillo, 1/4 de pimiento verde, 1/4 de pimiento rojo (en juliana) y 200 gramos de hongos Portobello, cortados en láminas. Condimentamos con sal, pimienta, nuez moscada recién rallada, 1 cucharada de orégano, otra de ciboulette y una cucharada más de hongos secos en polvo.
Cuando las cebollas transparenten y los hongos se hayan dorado ligeramente, incorporamos 700 gramos de vegetales (utilicé chauchas/judías verdes, maíz baby, zanahorias amarillas y naranjas) y 200 gramos de brócoli. Para completar la sazón, incorporamos 1 cucharada de Garam Masala (la variedad que más nos apetezca) y mezclamos bien para que todos los sabores se amiguen entre sí. Dejamos que se cocinen por algunos minutos, para que las verduras queden crujientes y sabrosas.
Como les indiqué antes, cuando los vegetales están terminando de cocerse, agregamos el queso crema a la quinua/quinoa (si es necesario porque perdió calor, la calentamos ligeramente) y servimos, coronando los granos con las verduras a punto.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: La quinua/quinoa blanca es la variedad más conocida y presente en comercios de este pseudo-cereal. Aunque tanto la de color blanco como la roja (que utilizo en esta receta) tienen propiedades nutricionales similares, la de color rojo tiene algo más de carbohidratos que la blanca; por ello, se la recomienda ampliamente a los deportistas, contando con menos grasas que aquella. Por tratarse de granos libres de gluten es ideal para dietas que no incluyen esta proteína.
Este plato puede prepararse con las distintas variedades de quinua/quinoa, así como con arroz (todas sus variantes), polenta, trigo entero, cous-cous, trigo sarraceno/alforfón, avena, mijo, trigo burgol/bulgur, amaranto...
Es importante recordar que aunque compremos la quinua/quinoa pre-lavada debemos revisarla para quitarle piedritas, restos de ramitas, etc. y que tendremos que enjuagarla muy bien, bajo el chorro de agua, para quitarle toda o los restos de saponina que recubren los granos. Esta tarea es fundamental para no encontrar elementos indeseables en el plato, así como para que tenga buen sabor (la saponina le da un gusto amargo) y no exista posibilidad de que nos intoxiquemos con ella o que nos provoque malestares estomacales.
Recuerden que la proporción más apropiada para cocer la quinua/quinoa sin que se pase ni apelmace es utilizar el doble de agua que de granos (ejemplo: 1 taza de quinua/quinoa x 2 tazas de agua potable). Asimismo, es importante enriquecer el agua de cocción con hierbas y/o especias porque serán los sabores y aromas que nutran los granos, logrando aportarles matices y gusto.Si desean convertir esta preparación en vegana, pueden reemplazar el queso crema por uno vegetal (aquí encontrarán mi receta de queso crema vegano neutro, a base de castañas de cajú/anacardos).
Les garantizo que este plato, bien sencillo, pero muy gustoso, saludable y nutritivo va a ser del completo agrado de toda la familia. Es una excelente manera de presentar la quinua/quinoa sin complicarnos mucho en el camino, pero sin resignar calidad y nutrientes 😍😋😉Espero que les guste mi propuesta y que la prueben en casa. Nos reencontramos la semana próxima. Hasta entonces, les deseo que la pasen muy bien junto a sus seres queridos y no se olviden de experimentar en la cocina, porque siempre sale algo bueno de allí 😘😘😘Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas - Silvina L. Fernández Di LisioDigiscrap: ©Digi Dewi/Designs by Connie Prince/Bouquet Garni Recetas